Revista Cultura y Ocio
El sábado por la mañana publicaba ya Mandiles Azules una reseña sobre la aparición de una obra tan esperada como necesaria. Me estoy refiriendo al último trabajo de un buen amigo, Ludovic Marcos: Historia ilustrada del Rito francés.
Digo eso de "esperada" porque he tenido la enorme fortuna de aguardar la aparición del texto desde primeros de mayo. Y también considero que se trata de una aportación "necesaria" porque bien está la llegada de la anhelada y reconocida seriedad.
Apuntes desde el Rito francés, también se ha hecho eco esta mañana de la noticia, difundiendo además la entrevista realizada a Ludovic Marcos con ocasión de la presentación del libro en Detrad, la librería que tiene una de sus dependencias al lado mismo de la sede del Gran Oriente de Francia, y que es visita obligada en cada viaje a París. Desde Memoria Masónica hemos querido aportar nuestro granito de arena traduciendo las palabras de Ludovic Marcos.
Me he encontrado -y lo escribo antes de pasar al meollo del asunto- con que también conozco al prologuista, André Combes. Curiosamente a los dos, en épocas muy diferentes, les debo mucho. Desde aquí la única palabra que puedo decirles a ambos: gracias.
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Ludovic Marcos, es Ud. profesor agregado de historia, responsable de la conservación del Museo de la Francmasonería del Gran Oriente de Francia, y mi primera pregunta –una pregunta forzosamente de contenido histórico – es esta: ¿qué relación hay entre el Rito francés y la historia de la Francmasonería inglesa?
Pues hay una relación bastante estrecha porque la masonería inglesa –supongo que podría decirse británica- no hace sino poner en práctica en lo esencial los usos operativos provenientes de Escocia –es ésta la primera referencia geográfica en lo que concierne al ritual-, y este ritual primitivo, que constituye una muy buena referencia de los usos operativos, es el que va a pasar al continente a comienzos del siglo XVIII…En las islas británicas habrá alguna variación o evolución, e incluso alguna controversia o lucha entre los que conocemos como antiguos y modernos –los antiguos aparecerán después de los que denominamos modernos-. Lo que se desarrollará en el continente y, concretamente, en Francia y en su área de influencia –enorme en la Europa del siglo XVIII-, es precisamente ese ritual inglés inicial, identificado como “de los modernos” y que no tardando mucho se denominará “francés”.
Ludovic Marcos, ¿por qué la Masonería pasó de un sistema de dos grados, aprendiz y compañero, al que conocemos ternario: aprendiz, compañero y maestro?
No lo sabemos con exactitud. Hay que ser honesto. Constatamos que el sistema de las obras con aprendices al momento de entrar y compañeros al acabar, bajo la tutela del maestro de la obra –que tiene en consecuencia una función- se transforma principalmente a partir del fin del primer cuarto del siglo XVIII –entre 1725 y 1740- en un sistema dividido en tres; se reserva una pequeña parte para el grado de aprendiz; se manda lo que se puede a la “segunda planta” para “amueblar” en cierto modo un grado de compañero un tanto vacío de contenido; y se toma lo esencial del “oficio” antes integrado en el grado de compañero -“el compañero que termina el trabajo”- para darle una cierta apariencia ritual, un ceremonial, a ese grado de maestro que intentará organizarse en torno a una leyenda, que es la de la muerte del arquitecto Hiram.
Ludovic Marcos, el *Rito Groussier ¿emerge en el seno del Gran Oriente de Francia a causa de la competencia de los Ritos escocés, egipcíaco y rectificado?
Bueno, el Rito francés es deísta en 1848 -para más precisión en 1849, pues en ese Convento se adoptó la doble fórmula dogmática relativa a la existencia de Dios y la inmortalidad del alma- para optar luego por la libertad de conciencia en 1877, pues en esa fecha, en relación con el Gran Arquitecto, no se suprime la referencia al mismo pero sin la obligacion de invocarle: Se trata simplemente de una mutación filosófica del conjunto de la masonería. Ese deísmo que ya era anticlerical y que tenía en todo caso una enorme potencialidad filosófica y simbolista, es en cierta medida asimilado por los positivistas y cientifistas; por otro lado la fuerte evolución de las ideas republicanas y la actitud extremadamente hostil de la iglesia -pues jugará también su papel oponiéndose por ejemplo a los funerales masónicos-; y finalmente el episodio de la Comuna de París, todo el conjunto, harán insostenible trabajar bajo la invocación de Dios – que todo el mundo entiende como un Dios católico-… Es decir, se trata de un proceso de transformación llevado a cabo normalmente por las personas…
Ludovic Marcos, Ud. escribe en su libro “El Rito francés es un conservatorio y el heredero de los primeros usos de la Masonería”. ¿Puede darnos algunos ejemplos en relación con este “conservatorio” y esta “herencia”?
Sí. El Rito francés es el heredero de los primeros usos de la Francmasonería, qué duda cabe. También es el reflejo de ciertos usos que no son sino los del oficio, los de la profesión, como por ejemplo, el paso… Uno puede hacerse perfectamente a la idea de la evolución los pasos sobre un andamio que aprenden a hacer los aprendices y que comienza con el pie derecho… O el ponerse al orden en el ámbito profesional, que consiste simplemente en obedecer a un superior jerárquico haciéndolo patente al colocar la mano de una determinada forma, tal y como por ejemplo se sigue haciendo hoy día con el saludo militar…
¿También el uso del tapiz?
Evidentemente. También el uso del tapiz, ligado a la cámara de compañero… Otro tanto podemos decir de la cubierta, el tejado, el cubridor, las tejas, etc. Encontramos un buen número de elementos en los que el Rito francés se presenta como un conservatorio.
Ludovic Marcos, ¿qué podemos decir del futuro del Rito francés ante una eventual recomposición del “espacio masónico francés”?
El futuro del Rito francés será en primer lugar el que construyan los hermanos y hermanas que lo utilizan. Pero también se trata de una problemática que referida al futuro del conjunto de ritos y usos del siglo XXI, a saber, un ritual que permanezca al tiempo ligado al pasado pero también con la actualidad, con la modernidad, es decir, útil en nuestra búsqueda personal, en nuestra confrontación de ideas y de personalidades… Todo eso es lo que conforma la riqueza del Rito francés y de los demás.Si el Rito francés consigue ser a la vez un Rito a caballo entre la tradición y la modernidad continuará encarnando algo en el futuro. Y si además consigue conservar junto con los demás ritos el que es nuestro fondo común, nuestros cimientos, ese tronco en el que todos tenemos ramas, entonces podrá transmitir la especificidad de la Masonería francesa, una Masonería a la vez de grados azules y de “otras” maestrías, una Masonería vinculada al humanismo y al simbolismo, etc., etc. Creo que la riqueza del Rito francés es esa: siempre ese lazo entre el pasado y el porvenir.
*Rito Groussier: Se trata de una de las denominaciones por las que es conocido el Rito francés, recordando la figura de Arthur Groussier, Gran Maestro del Gran Oriente de Francia y responsable de una de las últimas y más importantes revisiones realizadas en el que es el ritual de referencia de la Obediencia.Et si omnes, ego non.