Recomiendo alejarse, como si de basura pestilente se tratara, de los lugares comunes. Se le llama así a todas aquellas metáforas, comparaciones, imágenes que en su génesis fueron tan geniales que se quedaron en la mente de los lectores hasta convertirse en frases de habla común que han perdido toda su efectividad y que suenan al lenguaje que mi tía Cata usaba los domingos. Ejemplos: el vital líquido, los dientes de perlas, corrió como alma que lleva el diablo, entró como cuchillo en mantequilla, cortados con el mismo molde, devorado por las llamas, probar las mieles de Baco, la pantalla chica, el séptimo arte, la luna de plata...[Fuente: Guillermo Samperio, “Cómo se escribe un cuento", 2008]