Revista Viajes
Otro de esos lugares fascinantes de esta extensa ciudad es el Palacio donde los Emperadores veraneaban, y por sus extensas dimensiones y la cantidad de naturaleza, para mi de los mejores lugares para visitar en verano y menos en invierno. Se trata de una colina llena de vegetación frente a un inmenso lago (imag0102) por la que se diseminan todos los palacios del emperador y templos para hacer vida normal en los pesados y calurosos meses del verano en Pekín. Hoy en día se puede llegar a él tras un largo viaje de metro, puesto que esta a las afueras, en la penúltima parada de la línea 4 de metro, de nombre Beigongmeng. De nuevo en este palacio a medida que uno lo recorre van ocurriendo cosas, sucediéndose espacios, pero esta vez de forma mucho mas casual e interesante que en la planificada ciudad prohibida, debido a la orografía de la colina. Se pasan desde canales zigzagueantes a diferente nivel (imag03), hasta templos a diferentes alturas, que van haciendo las delicias del visitantes y los fotógrafos (imag04), en cada rincón o plaza se pueden encontrar cosas interesantes, desde templos excavados a la roca (imag05) a templos decorados y ornamentados hasta límites impensados repletos de estatuas de madera en su interior. Cuando uno llega ya a pie de lago casi, se puede encontrar el clásico afán recaudatorio de todos los ventas ambulantes de la zona, así como lugares tan curiosos como este (imag06), donde hacerse foto como Emperador chino, y que tan bien les queda a ellos, sobretodo a los niños, que tanto me recordó la mítica película.