Revista Infancia

Lugo, la ciudad romana

Por Ninosenmochila @ninosenmochila

 

Lugo

 

Lugo

Uno de los torreones de la muralla

Llegamos a Lugo, desde Cangas de Onís, sobre las siete o las ocho de la tarde. Allí nuestros amigos M. y T. nos estaban esperando. Pasaríamos unos pocos días con ellos en esta preciosa ciudad gallega.
M. es mi amiga desde pequeñitas. Nuestros padres son amigos así que nos hemos pasado nuestra infancia juntas. Recuerdo eternos días de playa donde lo pasábamos en grande, acampadas, viajes, cumpleaños, los scouts... infinidad de momentos que he compartido con ella. Bueno, con ella, con su hermana P. y con su hermano C. Inolvidable fue el viaje que realicé con su familia a Portugal con la caravana. Era la primera vez que salía de viaje sin mis padres y encima al extranjero!!!
Pero como la vida da muchas vueltas ella ahora vive feliz en Lugo junto a su marido T. y al pequeño G. que nació hace un par de meses. 
Así que os podéis imaginar la ilusión que me hizo pasar unos días con ellos, conocer su hermosa ciudad y recordar entre risas las anécdotas de nuestra niñez. 

Lugo

La muralla romana declarada Patrimonio de la Humanidad en el 2.000


Cómo llegamos de cara a la noche, nos instalamos en su casa y nos fuimos un ratito a un parque cercano a su casa. Charlamos un rato mientras los peques jugaban y volvimos para casa. Charlamos otro rato mientras cenábamos y nos fuimos a dormir. Ellos tenían que trabajar la mañana siguiente y nosotros mientras tanto aprovecharíamos para hacer una visita turística por la ciudad.

Lugo

La terraza donde nos tomamos el café mientras los peques jugaban.


El autobús urbano paraba muy cerca de su casa y nos llevaba hasta el centro. Lo cogimos tempranito para poder aprovechar la mañana lo mejor posible. Nos bajamos cerca del casco histórico y antes de comenzar la ruta turística nos tomamos un cafelito en una terraza junto a un parque infantil. Así los peques jugaron un poco. Incluso hicieron algún amiguito.

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El ayuntamiento


Paseando llegamos a la plaza del ayuntamiento que es enoooorme y muy bonita. En la misma plaza hay varios edificios antiguos y singulares que albergan distintas instituciones como el mismo ayuntamiento. Allí nos encontramos indicaciones a la oficina de turismo así que pusimos rumbo a la información.

Lugo

La oficina de turismo


Al llegar nos comentaron que estaba a punto de comenzar una visita guiada por la ciudad y nos apuntamos. He de deciros que es la visita guiada más cara y con más prisa de todas las que hemos hecho hasta ahora. Nos costó 7 u 8 euros por adulto y duraba cerca de dos horas. El problema, en palabras de la propia guía, es que hay tanto patrimonio que ver que aun parando únicamente en lo más básico falta tiempo y hay que ir muy rápido. Principalmente vimos la misma plaza donde está la oficina de turismo, el ayuntamiento, la muralla romana que rodea el casco histórico y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2.000 y la catedral cuya fachada no vimos bien porque estaba en proceso de restauración.

Lugo

El Palacio Episcopal


Una vez realizada la visita paramos a que comieran los peques y volvimos para casa. Habíamos quedado en comer con nuestros amigos. Había que probar la gastronomía típica de la zona. La verdad es que yo lo encontré todo muy bueno.
Por la noche nos sacaron un rato a conocer la zona de los vinos, muy típica de Lugo. Son distintas calles donde pequeños bares y tabernas ofrecen pinxos cuando pides una bebida. La idea es la de ir de uno a otro tomando una cervecita, una sidra o el tradicional porrón de sidra y vino. Que conste que lo probé y conseguí beber del porrón sin que se me cayera todo. Realmente es todo un arte. :)

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La catedral de Santa María


Tras conocer algunos de los sitios a los que ellos suelen ir y cenar muy bien con los pinxos nos fuimos a dormir. Íbamos con los peques y tampoco era cuestión de trasnochar que al día siguiente había que levantarse temprano. Nos esperaban la famosa Playa de las Catedrales y Rinlo.   


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