Luis Suárez, fue un jugador del leyenda, uno de los mejores futbolistas de la historia de España. Conocido como el «arquitecto del fútbol» de los años 60. Un auténtico mito del balompié europeo que desarrolló su carrera entre España e Italia con igual éxito.
Nacido en 1935, Luis Suárez es uno de los mejores centrocampistas que ha dado el deporte rey en su historia. Técnicamente un prodigio con el balón en los pies, tenía la facultad de poner la pelota allá donde quería. Con una visión de juego incomparable, sus pases adonde parecía que no había nadie le valieron para ser apodado desde pronto el arquitecto. Y es que de algo iba a servir esa infancia jugando por las calles de Galicia con balones de trapo.
Su carrera en el Barcelona
A pesar de ser un interior izquierdo con mucho gol (en Barcelona llegó a meter 62 goles en 126 encuentros), su principal característica era su posicionamiento sobre el campo, absolutamente sobresaliente. Tan bueno resultaba, que hasta Alfredo Di Stéfano en el Real Madrid se rendía a los encantos de Suárez.
La carrera de Suárez estuvo basada en cuatro equipos, aunque con un nexo en común: allá donde estuvo triunfó e hizo triunfar a su equipo, algo muy difícil de conseguir. Sus primeros pasos los dio en el Deportivo de la Coruña. 17 partidos fueron suficientes para que el Barcelona se diera cuenta de su categoría y lo fichara en 1954.
Con el Barça, Suárez se elevó de categoría hasta convertirse en una leyenda del fútbol. En una época donde el Madrid ganaba Copa de Europa tras Copa de Europa, el «arquitecto» logró en muchos momentos hacer sombra a uno de los mejores equipos del mundo.
Especialmente en su última etapa donde logró dos ligas, dos Copas y dos Copas de Ferias, además de llegar a una final de Copa de Europa que perdería en la famosa final de los postes de Berna. Su única final perdida. Con compañeros como Kocsis, Kubala o Ramallets entre otros, nadie sobresalía tanto como Suárez, el corazón del equipo.
El único jugador español en ganar un Balón de Oro
Luis Suárez a día de hoy todavía puede presumir de ser el único jugador en categoría masculina nacido en territorio español que ha sido Balón de Oro. Y es que hasta 2021, que Alexia Putellas lo ganó en categoría femenina, era el único que lo había conseguido en general.
Sus extraordinarias dos últimas temporadas (1960-61) le valió el Balón de Oro y un fichaje estelar por el Inter de Milán, que pagó 250 millones de liras (unos 200.000 euros) de la época para hacerse con el gallego. Junto a él, dos balones de plata y uno de bronce le reconocieron su extraordinario trabajo sobre el terreno de juego.
En Italia, en el gran «Inter» se vio lo mejor de Suárez. Su papel en el medio del campo le convirtió en todo un ídolo en la afición, que pronto lo proclamó su futbolista preferido. Sus pases, su llegada a gol y su inteligencia sobre el campo se plasmaron en nuevos éxitos, donde sobresalieron especialmente tres Scudettos, dos Copas de Europa y dos Intercontinentales, además de numerosos premios individuales.
Su extraordinario papel le llevó como no podía ser de otra forma a jugar con la selección, con la que también triunfo. Buena parte del triunfo en la Eurocopa del 64 correspondió al gallego que lideró un equipo de ensueño con Iribar, Chus Pereda, o Marcelino, el autor del gol que dio el primer gran triunfo de España. Sólo los Mundiales, donde participó en dos (Chile 62 e Inglaterra 66), se le resistieron.
En 1970, tras nueve años maravillosos en el Inter, Suárez fue fichado por la Sampdoria, donde inició su particular declive, hasta que finalmente en 1973 colgó las botas.
Su época de seleccionador
Tras acabar su carrera futbolística, Suárez dirigió a la selección española entre 1988 y 1991, clasificándola para el Mundial de Italia 90, donde España caería derrotada contra Yugoslavia en la prórroga tras un gol de falta de Mijhailovic, donde aparentemente Michel se apartó de la barrera. Pero eso ya es otra historia.
De momento, disfrutemos del gran Luis Suárez, uno de los mejores futbolistas del mundo a pesar de no estar en la lista de 125 mejores del mundo realizada por Pelé y la FIFA. Y es que tal vez, si hubiera que haberlo incluido, habría quitado a más de alguno de los primeros puestos.