Magazine

Luisito y el Refugio

Publicado el 25 octubre 2021 por Luz1983
Luisito y el Refugio-Eh Luisito, qué haces aquí en la entrada, llevas una hora y ya tendrías que estar en casa, ¿dónde están tus hermanos?

-No sé, por ai.

-Pero mi niño es tarde y deberías ir a cenar. Está empezando a hacer frío y ya aquí no hay nadie. Cómo es que te dejaron solo tus hermanos...

-Siempre me dejan solo, son mayores y tienen sus cosas.

"Mayores", pensó Blanca.

-Pero si no llegan a los 11. A ver cuéntame, por qué no quieres ir a casa.

-Es que no hay nadie, de noche mis viejos trabajan y duermen de día.

-¿Trabajan en una fábrica?

Luisito empezó a reír y su carita se iluminó.

-Señorita Blanca mi madre se va a la calle, se viste, se pinta como pa carnaval y tiene olor a perfume, vuelve a la mañana. Él es camello en el barrio de Panda. En los jardines, ¿ha visto? A veces se lleva a mi hermano mayor porque está borracho. Él nos trae comida de por ai y no puede siempre. 

La mirada de Blanca se quedó paralizado en ese cuerpito adulto con ojos brillantes y sabios y cuando logró reaccionar y poner las ideas en orden tratando de evitar las lágrimas, le preguntó:
-¿Lo único que has comido hoy es la merienda que les dimos?
-Sí.
Tenía que reaccionar porque el dolor y la injusticia la estaban quebrando y casi sin voz...
-¿Quieres que te acompañe a casa y antes vamos a comer?
-Sí.
Cerró la puerta del Refugio gastada y bastante ruinosa a donde cada tarde iban felices los niños a pasear perros abandonados y maltratados y compartían una merienda cada vez más copiosa hasta la hora del cierre.
Dos horas donde eran importantes y intercambiaban cariño, alegria, pequeños compromisos y algo de aprendizaje.
Blanca llevó su mano hacia la pequeñita que había estado acariciando cachorritos tan frágiles como él y se fueron juntos empezando ya a oscurecer.
Luisito y el Refugio

(Gracias a ellos fuimos conscientes del drama que vivían los niños del barrio cercano y pudimos emprender una misión paralela junto a ellos para paliar una situación que las autoridades no querían reconocer y que tuvieron que hacer frente. Hasta Aquel día que llegó la orden de desalojo ilegal por parte del ayuntamiento, el cierre y  derrumbe. 
Habíamos entrado en un terreno peligroso para ellos y vaya a saber para cuántas delegaciones más.)
Luisito y el Refugio

Algunas tardes Blanca y Luis se citan por allí para ir a cenar. Luís, un muchacho ya, es el encargado de un nuevo refugio donde sigue la tradición de denunciar los casos de niños abandonados hasta que vuelvan "disgustar a alguien".

Volver a la Portada de Logo Paperblog