Ugyen es maestro pero no quiere serlo. Él quiere marcharse de Bután a Australia para ser cantante. Pero aún tiene que cumplir con obligaciones en su país, unas prácticas en Lunana, una recóndita aldea a los pies del Himalaya.
Una pequeña, sencilla, humilde y preciosa película que compitió por el Oscar a Mejor Película Internacional. Una historia que coloca en el mapa a un pequeño país, Bután, que nos enseña su cultura, sus gentes, sus tradiciones, ..., en un entorno precioso en el que sientes lo alejados que estamos de la Naturaleza.
Lunana, un yak en la escuela nos trae desde la honestidad una reflexión sobre la importancia de la educación, da igual lo pequeño que sea el pueblo, aldea, localidad, y lo recóndito de su situación, los niños quieren aprender. El respeto por el forastero que viene a aportar sus conocimientos, el recibimiento caluroso, lo importante que es para el que llega saber incorporarse a ese lugar. Respeto y cariño. De lo bonito que es compartir lo poco que se tenga. De lo lejos que vamos a buscar nuestro éxito y felicidad cuando lo tenemos mucho más cerca de lo que creemos.
Y la importancia de la naturaleza y los animales. Con esta historia te das cuenta de lo alejados que estamos de ella, de lo poco que la escuchamos.
Una película que va directa al corazón sin sensiblerías, desde la honestidad y el amor.