Revista Cultura y Ocio
Su alma se deshilachaba mientras trabajaba , no entendía el comportamiento que él estaba teniendo, de repente se desconecta y no sabe nada de él. Acostumbrada Lulú a recibir unas imágenes de amor que la despertaban y unos emoticonos mandándole besos con corazones ahora se encontró con un vacío. Todo parecía cambiar, no sabía cómo pero algo ya era diferente, recordaba la última vez que disfrutaron de sus cuerpos agarrados con una pasión desbordante. Jugaban a comerse. Sus lenguas humedecidas por los flujos recorrían cada parte de sus cuerpos , el placer era infinito como infinita eran las ganas de continuar siempre, de no acabar. Sus risas formaban parte del juego, un juego inventado entre sábanas. Ella que siempre se caracterizó por ser muy apasionada sufría de la misma forma. Esperaba verlo en alguna esquina . Miraba su móvil e imaginaba una carita sonriente diciéndole te quiero, imaginaba que vendría a darle una sorpresa…Pero no fue así. Vivía una angustia que hacía tiempo que no sentía, un sufrimiento que ya casi había olvidado…Maldito amor, se decía,¿ Por qué he tenido que enamorarme?…Lulú intentó evadirse, buscar en su interior momentos en los que ella era feliz, buscó entre sus recuerdos a personas que en situaciones similares actuaron de diferente forma, eran otras personas, pero ésas, le sacaban la sonrisa aunque ella no tuviera razón. El amor estaba por encima y los problemas se resolvían poco a poco. Recordaba a alguien que nunca soportó verla llorar, solía pintarle corazones con ojos donde ella vivía o en la misma carretera por donde ella solía pasar para ir a su trabajo muy temprano. Sí, Lulú fue siempre muy pasional en el amor y en sus sentimientos. Respiró profundamente y continuó con su trabajo, los alumnos percibieron su tristeza que era evidente, ya que, nunca pudo disimular sus emociones. Todos estaban muy callados centrados en un texto que ella había elegido para trabajar. De repente se puso a buscar como una Loca su móvil, le preguntó a los alumnos si sabían dónde lo había puesto. Ellos se miraron extrañados y una chica le señaló el lugar , lo tenía justo detrás de ella, lo había puesto a cargar, ese fue el primer síntoma de bloqueo emocional al cual le siguió un segundo síntoma , no encontró su boli para escribir en la pizarra y un alumno se levantó y se lo dio estaba delante de sus narices. Ya era evidente que el bloqueo era total. No podía articular palabra , lo que tenía que explicar se le olvidó, así que se disculpó con sus alumnos y dio la clase por finalizada. Qué horror!!! Jamás le había pasado algo así en público, pero su mente no se encontraba allí, necesitaba evadirse, pasear, buscar un lugar donde pudiera ahogar sus penas sin que nadie la molestara… Caminó calle abajo intentando perderse entre aquellas callejuelas estrechas, semi oscuras donde no transitaba casi nadie. El aire acariciaba sus mejillas , suspiraba , miraba a su alrededor y vio que estaba prácticamente sola. Si hubiese sido otra persona se hubiese muerto de miedo, pero ella no tenía miedo, le gustaba vivir aventuras y se las imaginaba mientras paseaba . Sus ojos comenzaron a fijarse en unas luces que veía a lo lejos a ambos lados de la calle, luces verdes, azules , rojas que salía de casas, se dio cuenta que en la acera tanto a la derecha como en la izquierda e encontraba sentado un señor observando todo . A Lulú no le dio tiempo de pensar sólo caminaba quería no mirar a los lados pero su curiosidad la mataba. De repente en una puerta vio a una chica media desnuda con un teléfono en una mano y sentada en una banqueta, en la casa siguiente dos chicas jóvenes en bragas y sujetador te miraban invitándote a entrar. Su corazón le latía con fuerza, estaba emocionada al ver todo aquello, siempre le gustó ver lo que se cocía en esos barrios…