
Continuamos celebrando las Bodas de Plata de nuestra OSPA con un programa muy interesante por obras, solista y director, transitando de la penumbra a la luz casi cegadora entre toses, móviles y cierta desbandada entre un público que parece estar perdiéndose. No me corresponde buscar las causas y una verdadera lástima porque este undécimo apostó por conjugar repertorios que hacen crecer a melómanos e intérpretes.



