Aparte del pavimento en el salón de baldosa hidráulica original, recuperada y pulida, hay un elemento que me gusta especialmente de la reforma de este piso en Barcelona, la cocina semi-abierta al resto de la vivienda.
Me gustaría poder enseñaros (y ver) cómo era este piso antes de la transformación, pero no tengo las fotos. Me imagino una vivienda muy oscura, fría y poco acogedora. Con la reforma se ha dejado que la luz natural alcance más recorrido en el interior y se ha actualizado el espacio, dando a su vez importancia a los elementos tradicionales típicos de esa zona de Barcelona, como es la baldosa hidráulica y la pared de ladrillo visto.
Pero como os decía, la cocina es mi zona favorita, ya que han conseguido que una cocina pequeña multiplique el espacio tirando la pared, abriéndola al pasillo y colocando una barra. La decoración blanco, negro madera, nos teletransporta a cualquier cocina moderna nórdica monocroma, moderna y cálida.
Vía: efter stormen, proyecto: Egue y Seta, fotografía: Víctor Hugo