LUNA CERO DOS (Moon Zero Two) (Gran Bretaña, 1969) Ciencia Ficción

Director: ROY WARD BAKER
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Intérpretes Principales: James Olson, Catherine Schell, Warren Mitchell, Adrienne Corri, Ori Levy, Dudley Foster. Bernard Bresslaw. Neil McCallum. Joby Blanshar. Michael Ripper. Robert Tayman. Sam Kydd, Keith Bonnard. Leo Britt. Carol Cleveland
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Argumento: En el año 2021, la denominada «ciudad lunar» es una auténtica realidad, cuya creación se debe, en buena parte, al espíritu empresarial, y al mismo tiempo aventurero y osado de Bill Kemp y Karminski.
Pero la capacidad de ambos para desarrollar nuevos proyectos deviene ilimitado. Por ejemplo, el millonario industrial Hubbard insta a Kemp a «capturar» un meteorito repleto de zafiros y acercarlo a la órbita lunar. A cambio, Hubbard accede a venderle un nuevo barco. 

 
Una vez cumplida la misión encomendada, Kemp está en disposición de aceptar el reto de buscar a Wally, el hermano de Clementine Tapin.
Ésta ha realizado un largo viaje desde la tierra con la única intención de buscar a su hermano, de quien tan sólo se tienen noticias que se le había visto en la cara más alejada de la luna.
Provistos del equipaje necesario, Kemp, Clementine y algunos expedicionarios más emprenden viaje en barco con destino a un punto indeterminado de la superficie lunar.
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Mi opinión: Sobre el papel interesante film de ciencia ficción, producido por Michael Carreras, esto es, por la Hammer, en un intento de salir de las producciones exitosas de terror y adentrarse en otros géneros con dosis también de fantasía pero dentro de la pura ciencia ficción.
El resultado no convenció a casi nadie en su día, aunque para no pocos se trata de una película de culto.
Para mi gusto está bien, o por lo menos interesa. Pero no llega a las excelencias que la convertirían por méritos propios en una cinta de culto. Digamos que se sale algo de lo normal, notándose al menos un gran esfuerzo por unir algunos géneros, como e thriller o incluso el western en pleno espacio sideral.

 
Los diálogos son buenos y destilan no poca ironía. A ello ayuda la desprendida interpretación de James Olson como protagonista.
En cuanto al diseño, a la dirección artística, es de recibo, no perdiendo nada con el paso de los años.
Sin embargo falla, por ejemplo, el ritmo impreso, bastante irregular. Y el guión propiamente dicho, algo estático en ocasiones, sin ser farragoso.
Intriga bien medida pero sin emoción ni demasiada garra dramática.
En resumidas cuentas, que puede merecer su visión, por cuanto se encuentran elementos positivos. Pero en líneas generales no logra convencer al quedarse a medias.