Luna de Miel en Maldivas

Luna de Miel en Maldivas

03/01/13
Luna de Miel

Como ya sabéis los viernes os propongo algunos de los destinos que podéis elegir para vuestro viaje de novios.

Hoy, viajamos, hasta las Islas Maldivas, para disfrutar de una luna de miel inolvidable. Para la elaboración de este post, cuento con la colaboración de una amiga. Aunque, no fue allí de viaje de novios, en cuanto la pregunté sobre el viaje, me dijo, que había vivido la Luna de Miel, sin haberse casado. Ella es amiga, de las de toda la vida: fuimos al colegio juntas, hicimos la comunión juntas, pasamos al mismo instituto… y lo que más aprecio de ella es, que aún contándola, en un determinado momento, un secreto, realmente importante, siempre lo supo guardar, demostrando que se puede confiar en ella. Estoy hablando de mi amiga de la infancia, Marina Vaquerizo.

A finales de octubre del año pasado, Marina viajó, junto a su pareja, a Maldivas, estuvieron 10 días (entre vuelos y estancia). Así describe ella su experiencia:

” La verdad, va a ser difícil describir mi experiencia en las Islas Maldivas, porque no tengo palabras para expresar lo maravilloso que es ese rincón del mundo.

Fue una experiencia fascinante, sobre todo por el cariño con el que recuerdo este viaje lleno de ilusión.

Salimos desde mi casa hacia el aeropuerto, pensando en lo pesado que se iba a hacer el vuelo, hasta que llegáramos a nuestro destino. Y, es que, el vuelo era muy largo pero Emirates nos lo hizo más ameno dándonos todas las comodidades (pantalla propia en cada asiento para ver películas, cascos para escuchar música, mantas y asientos declinables para dormir, comida y bebida, revistas, … ). Tras el vuelo, de unas 11 horas con escala en Dubai, nos vinieron a recoger para llevarnos a la sala de descanso: un pequeño adelanto de lo que encontraríamos unas horas más tarde. Desde Niyama lounge fuimos en hidroavión a Dhaalu Atoll, donde se encontraba nuestro hotel,  Hotel Niyama Maldives.  En cuanto llegamos, nos vimos rodeados de lujo.

La habitación es  indescriptible. Una habitación enorme, en mitad de la vegetación.

Desde la cama podía verse el mar. En la mesilla de noche, había un mando a distancia, si pulsaban alguno de sus botones, podías ver como se subían los estores, como se corrían las cortinas… todo muy tecnológico y sin perder el encanto de un lugar situado en mitad de la naturaleza.  En la habitación disponíamos de una pequeña terraza al borde del mar, donde comíamos y merendamos las tardes que no salíamos de la habitación y encargábamos algo de Dine-In. Ah! tampoco puedo olvidar los Hägen-Dazs de después de la comida, tumbados en la hamaca en la playa (una experiencia inolvidable).

La habitación tenía dos baños impresionantes: uno al aire libre (se ve en la imagen) con una ducha que caía en forma de cascada  y desde donde se veía la maravillosa playa paradisíaca; el otro, un baño cubierto con hidromasaje.

Las posibilidades que encontramos allí,  para realizar actividades, fueron infinitas. A pesar de estar en una isla, no todo es relajarse en la playa. Puedes hacer deportes acuáticos o practicar deporte en el gimnasio,  visitar islas de la zona, jugar en un simulador virtual, cine,  jugar al pin pon, al billar, al futbolín, incluso a la “Play”. Personalmente, como deporte acuático recomiendo unas carreras con el  Sea bob, ¡muy divertido!.

La piscina que tiene el complejo junto al mar, es increíble, especialmente por la noche, ya que tiene incrustadas luces en el fondo, que hacen que brille de manera espectacular.

Como excursión,  por supuesto, no se puede dejar de visitar  la capital del atolón: Kudahuvadhoo, donde fuimos acogidos por sus habitantes. Allí, nuestro “room assistant” nos enseñó su casa y la forma de vida en la isla. No tenemos suficientes palabras de agradecimiento para Yoosuf, su familia y todas esas personas que nos dieron la bienvenida.

En la isla tienes restaurantes de varios tipos, para elegir lo que más te guste. Nosotros, los probamos todos y de ninguno podemos poner alguna pega, aunque sí es cierto que para cada ocasión aconsejaría uno. Por ejemplo, Epicure, para desayunar con unas espectaculares vistas a la piscina de borde infinito con un batido de chocolate o con un zumo de naranja y unos croissants rellenos de mermelada; Dune para “picar algo”, tomarse el aperitivo y/o para comer tranquilamente al borde del mar;  The Deli, para merendar unas galletitas o tomarse un helado; Tribal, para cenar al aire libre viendo las estrellas (aquí cabe destacar la cena temática africana); Fahrenheit, para tomarte un cocktail en una terraza situada en lo alto; Y si lo que quieres es una cena romántica no puedes perderte el Edge.

Edge nos encantó: el viaje que hay que hacer en barco hasta el restaurante, ver el atardecer desde allí, la inmensidad del mar, y cenar con esas vistas es increíble.  Justo en la parte de abajo había una pequeña discoteca sumergida 6 metros sobre el nivel del mar, de ahí su nombre: Subsix. Una discoteca con cristaleras que dejaban ver las profundidades submarinas.

Antes de volver a España… un masaje.  El vuelo de vuelta era muy largo y para irnos, aún si cabe, más relajados, nada mejor que un buen masaje en Lime Spa, en una cabina de masaje con vistas al mar.

Después del masaje, un perfect moment en un sofá en mitad de la naturaleza tomando un granizado de limón antes de que el servicio de habitaciones pasara a recoger nuestras maletas.

Tras la espera…la despedida. Esto, fue un baño de lágrimas, no sólo por el hecho de tener que dejar aquel lugar, sino por la gente que estaba allí. Nos dio mucha pena tener que despedirnos de personas a las que habíamos cogido tanto cariño en tan poco tiempo. Todos y cada uno de ellos se portaron maravillosamente bien con nosotros.

No obstante, antes de subir al avión, no podíamos irnos sin ver la capital, Malé.

Después, en el regreso, tuvimos una mezcla de sensaciones, contando todo lo que habíamos vividos allí y con el pensamiento de regresar lo antes posible, aunque de momento no será pronto teniendo en cuenta todos los lugares que nos quedan por conocer.

En definitiva, cualquier cosa que haya podido expresar, seguro que se ha quedado pequeña, porque esto es algo que hay que vivir.”

Muchas gracias por contarnos tu experiencia y darnos envida sana a todos, los que aún, no hemos tenido la oportunidad de ir a las Islas Maldivas!

- Ya sabéis, dejadme un comentario  - Gracias!

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