Revista Coaching

Luna invisible a los ojos

Por Mbbp

LUNA INVISIBLE A LOS OJOS

Como cada noche, el ágil gato dió un salto, se encaramó al tejado y esperó que saliera la luna. Su querida y admirada luna de cada noche! Él adoraba esa espera en cada velada, pues cuando veía al fin la luna en la negra noche, se sentía feliz! Seguramente la luna no hacía nada especial (¿o sí?) para que él se sintiera así, pero bastaba su presencia y una sonrisa suya para provocarle la felicidad! Y así, noche tras noche, el gato esperaba la luna para sentirse feliz, compartiendo la felicidad de ella! Durante el resto del día, el gato deambulaba por las calles, paseaba por los parques de la ciudad, mientras esperaba impaciente la llegada de su amiga y cómplice la noche! En cuanto aparecía la luna, maullaba sin parar celebrando su llegada y su felicidad!

Pero esa noche tardaba demasiado en llegar! Pasaron las horas, se le hizo eterna la espera, como tantas otras noches en que no apareció su amada luna! La noche, mientras estaba postrado en su tejado, era oscura… y seguramente más oscura de lo normal. Pensó si se trataría de una premonición y que, al fin, la luna no aparecería en esa mágica noche que él esperaba siempre con ilusión o que, cuanta más intensa y cegadora es la luz que ha de llegar, más oscura es el escenario de su llegada!

Pero no podía conciliar el sueño! Estaba ansioso por charlar con ella durante un rato, como siempre hacían, hasta altas horas de la madrugada. Esperó y esperó, acurrucado bajo el negro manto de la noche otoñal, que helaba sus huesos y su corazón. Pero no podía marcharse de allí hasta que no viera al menos un instante a su amada luna!

Durante muchas noches, el gato y su luna habían compartido sueños e ilusiones charlando. A veces, la luna aparecía lánguida y esperaba que su amado gato enamorado le arrancara esa sonrisa que solo él sabía provocarle, palabra a palabra. Otros días, en cambio, era el gato quien necesitaba un simple guiño amoroso de su amada para hacer latir su corazón! Así, palabra a palabra, silencio a silencio, compartían ilusión, deseo, cariño y mucho amor… casi siempre velado! Estaban lejos el uno del otro, pero se sentían muy cerca, unidos por el corazón! Así, noche tras noche se fue tejiendo su amor, con invisibles hilos de complicidad, de ternura y de deseo que embargaba a los dos!

Pero esa noche resultaba insoportablemente larga! Él, como siempre, esperaba con ilusión. Esa noche quizás era especialmente oscura. Y su amada luna no aparecía! Su mente inquieta, bien despierta como estaba, empezó a inundarle de pensamientos oscuros como la misma noche. Quizás la luna no volverá nunca jamás o quizás él no era merecedor de su amor, como muchas veces en su historia había pensado. Esa luna, para él y ahora, era un sueño hermoso hecho realidad… aunque quizás él no estaba aún preparado para vivir tal dicha y felicidad! Sus pensamientos daban vueltas y vueltas por su cabeza! Y nuestro gato en aquel momento se sintió triste y solitario…

Pero el gato sabía que la luna no podía estar lejos de él! La presentía cercana… hasta que se dió cuenta de que, en realidad, estaba allí, en su corazón! Allí, aunque invisible a sus ojos brillantes, estaba ella con todo su esplendor y su magestuosidad! Y, súbitamente, se sintió feliz, como si la luna estuviera con él, como cada noche, compartiendo su amor y su ilusión, aunque esa noche su luna amada fuera invisible y estuviera en silencio! No hacía más de 14 días en que la luna se había presentado con todo su esplendor, radiante y redonda como una gran moneda de oro! Y su luz había iluminado, como cada noche de luna llena, su corazón! ¿Y qué eran apenas 14 días para un gato con 7 vidas, con todo su amor aún por vivir y compartir?

Porque, aunque algunas veces se le olvidaba, con el tiempo el gato había aprendido que su luna siempre está presente, visible o no, en la negra noche! Su magia iluminaba su estilizada figura de gato y el tejado en donde permanecía esperando su llegada. Aunque sus brillantes ojos de gato no siempre podían apreciar la belleza de su luna. En alguna noches como esta, se dió cuenta de que, aunque sus sentidos no pudieran sentirla cerca, ella estaba siempre iluminándole desde su corazón! Así, aún su aparente ausencia, el gato aprendió a disfrutar de su silencioso amor, desde el interior de su Alma, donde ella estaba! En ella, la sonrisa de su amada brillaba siempre como un sol radiante! Y el gato, en esa noche oscura y aparentemente sin luna, sintiéndose de nuevo en paz, como tantas otras, cerró sus ojos placidamente para disfrutar de su siempre dulce compañía distante… hasta que se quedó bien dormido, con una amplia sonrisa en los labios y con su corazón latiendo de emoción…

En esta luna nueva, nuestro gato enamorado se había reencontrado con su luna dentro de su corazón! Y entonces, como otras noches más desde que la conoció y se quedó prendado de su belleza, de su amor y de su magia, se entregó al bello sueño de hacer realidad ese mágico y próximo encuentro que ambos esperaban con gran ilusión! Y, en su corazón, fue capaz de ver y de sentir feliz a su amada luna en la distancia, lo que le produjo como siempre que estaba con ella, alegría, plenitud y felicidad! Lejos o no, la radiante -aunque a veces invisible a los ojos- luna y su amado gato compartían, una noche más, su amor en silencio, bajo un manto de estrellas que aprovechaban la ausencia de la luna para brillar como perlas engarzadas en su collar de amor, entonces ya con ambos corazones rebosantes de felicidad! Quizás no tardará más que otros 14 días en llegar su luna a mostrarse de nuevo radiante y plena, como el amor de su corazón… pensó! ¿Y qué son 14 días ante toda una eternidad?

Hoy llega de nuevo esa luna, aparentemente ausente, esa luna nueva cuya eterna presencia rememora el corazón vacío de recuerdos y de ausencias, y celebra el eterno y singular amor entre esa luna y su gato… presagiando la llegada del nuevo y deseado día en que la luz, la magia y el amor los iluminará, por fin y para siempre, a los dos enamorados!

 

VN:R_U [1.9.10_1130]

Volver a la Portada de Logo Paperblog