Después de la tempestad viene la calma. Detrás de las nubes: el sol. Que la felicidad es eso que pasa entre putada y putada. ¡Joder! Cómo estamos hoy… No sé que pasa. No sé de dónde sale este mal rollo que se cuela por todos los rincones. Me siento como el culo. Si. De esas veces que te cuesta hacer todo. El Currante está de viaje, así queyo me lo guiso y yo me lo como todo. A veces con patatas y otras veces sin ellas. Qué ricas las patatas, eso sigue siento una alegría. Abrir una bolsa y zampártela entera.El caso es que hoy he apurado en la cama hasta ese momento en el que sabes que como te quedes tirada un segundo más, los cachorros llegan tarde al cole. Así que nos ha tocado hacerlo todo a toda leche. Y eso da mucha pena. Porque mola más hacerlo tranquila, y disfrutar hasta de cuando Currita me dice que se beba el Cola Cao mi tía la del pueblo y Currito me cuenta por enésima vez cómo marcó su último gol… Hasta eso tiene que tener su encanto.Y después de volar casi en pijama al cole, llego a casa, y como estoy sola pues me da más pena aún, y me entran unas ganas locas de meterme en la cama, pero como ya he tomado café no me voy a dormir ni de coña, así que me he puesto a escribir que dicen que es una buena terapia. Veremos que tal me sienta, porque si no me entiendo ni yo, no es justo pensar que lo vayáis a hacer vosotros. Digo yo. Aunque nunca se sabe, que puede haya algún tarado que está peor que yo, y vá y me consuela.También me he puesto canciones de esas que siempre me hacen bailar, pero nada. Me dan una pereza horrible.Y de repente, cotilleando en Facebook me entero de que hoy hay luna llena. Ahora lo entiendo todo. La luna de los cojones. Que aparte de ser preciosa e inundar las calles de Miami Beach con el agua fétida de las alcantarillas, hay días que cambia mi estado de ánimo a su antojo. Y me digo:- Ahí está la respuesta, eres una lunática.
Pero, ¿y ayer? ¿Qué pasó ayer? Ayer no hubo luna llena.