7
2014 Escritor // Miguel Benavent de B.
LUNA LLENA…
Escrito por Miguel Benavent de B. Sin comentariosEra una noche de luna llena, como tantas otras desde que ella, su reina, se ausentó. Habían sido lunas lejanas todas ellas, llenas de nostalgia y de soledad…
Y, como cada noche, el gato se encaramó a su tejado, desde donde podía sentir el influjo y la magia de la luna, cada noche. Y, como solía hacer, cerró sus felinos ojos y la vió desde el corazón. Y la vio a ella, jugando feliz con sus niños frente al mar, allá en la lejanía. Soñó ser la arena que ellos pisaban y que, a la vez, acariciaba su piel. Esa piel entonces soñada pero que en un día no muy lejano en el tiempo, él mismo acarició despertando el deseo y su Alma hasta entonces dormida…
Y miró un poco más allá, donde vio las brillantes olas del mar lamiendo su piel, mientras ella miraba absorta el horizonte imaginándose que se mecía en su azul y plácida superficie, dejándose llevar…
Y es que la luna llena de esa noche tenía esta magia que te invita a soñar en un tiempo en que fueron felices juntos, mirando el mar. Porque el mar enseña a fluir y no entiende de distancias ni de tiempos pasados, porque despierta sueños que yacen dormidos en el Alma, esa que siempre nos acompaña cuando estamos bien atentos y sentimos nuestro corazón palpitar…
Y en esa especial noche de luna llena el gato abrió de nuevo sus ojos y la sintió a ella cercana, junto a él, acariciando su piel, soñando juntos una vez más en ese amor del que la luna fue siempre su mudo testigo y que algún día tal vez se volverá a hacer también realidad…
Y el gato sonrió, al ver que su vida está hecha a partes iguales de sueños y de realidad, en la que su Alma iluminaba cada día y rompía su soledad…