Parece que fue ayer cuando escribía, como hoy, sobre la luna llena. Luna a luna, los días van pasando… y ya son 28 días más! Cuántas emociones despierta en mí la luna, ya sea llena o nueva, qué más da! Con ella, he amado intensamente en silencio y a distancia, he sentido profundo dolor en el Alma, me he extasiado contemplándola sobre el mar plateado con su reflejo, la he observado en campos yermos o en bosques frondosos, dejándose ver entre los árboles! Cuántas lunas he vivido hasta hoy, cada vez como si fueran algo nuevo en mi vida, sorprendiéndome cada nueva vez que la admiro!
Pero, desde hace tiempo, mi luna permanece inalterable ante mis ojos y, a la vez, bien guardada en mi corazón, porque tanto ella como yo, formamos parte de nuestro Universo, en el que mi amor también está, ya sea callada o hablando de amor para sus adentros! Compartimos cada día el mismo Universo, pero hoy en diferentes espacios e iguales momentos, y son muchas lunas las ya vividas… y luna a luna va consolidando nuestro amor y, a la vez, agrandando este Universo! Y, como la misma luna, el amor que promueve e incita, no es un amor como los demás! Hoy no tiene adjetivo, ni fecha, ni escenario… pero es un amor de verdad porque, a la vez, llena nuestro corazón y nuestro Universo!
Porque en ese amor universal y, a la vez, singular e irrepetible, hay siempre mucha ternura, a ratos disimulada y hoy casi siempre silenciosa; hay mucho deseo postergado y celosamente guardado, para compartir llegado el esperado momento; hay miles de sensaciones y emociones nuevas por vivir y compartir, porque está todo lo que ambos somos y sentimos! Miro cada luna… y en ella veo su bello rostro! Veo su resplandor y en él, su Alma brillante. Veo su fugacidad y en ella siento la distancia temporal. Pero en todas esas lunas, en cada ciclo lunar que se cumple, la siento a ella en mi corazón, creciendo cada día! El propio Universo que nos envuelve nos manda hoy, a través de la luna, una señal inequívoca para seguir compartiendo nuestros sueños cada día, amparándose en su singularidad, en su magia y, a la vez, en su cotidiana realidad!
Bajo su mágico influjo siempre hemos paseado cogidos de la mano, pero sin pasear; hemos compartido silencios mirándonos los ojos, pero sin habernos visto los ojos jamás; nos hemos amado mutuamente, pero sin haberse encontrado nuestros cuerpos; hemos compartido sueños, pero bien despiertos y sin soñar; hemos compartido complicidades, pero sin decirnos toda la verdad; hemos dormido abrazados el uno al otro, pero sin estar cerca ni podernos dormir; hemos soñado en un amanecer compartido, pero sin ganas de que saliera el sol y rompiera el hechizo de la noche! En cada luna hemos compartido juntos su magia, su amor y su luz radiante, que ha iluminado nuestro Universo entero, nuestras Almas dichosas, revolucionando nuestros corazones y nuestras mútuas pieles deseadas! Cada luna ha sido un misterio, por el que valía la pena nacer, vivir, sentir y, quizás, también esperar!
Mi vida hoy está hecha de muchas lunas mágicas vividas y compartidas, también de muchos sueños por cumplir y compartir! Pero, como la misma luna, cada cosa tiene su momento en nuestra vida, solo hay que saber esperar! Luna, que a veces despiertas en mí la calma y la serenidad; luna que otras veces irradias mi energía para desear; luna que, las más de las veces, conmueves mi corazón y me invitas siempre a amar! Tantas lunas diferentes hay en una sola luna, que sale, fluye y se va, cada nueva noche de luna llena! Lunas frías en la cálida noche mía, que nos invitan a soñar! Lunas cálidas en la fría noche suya… y que nos invitan a amar!
Cada noche tiene su luna, ya sea visible o invisible, donde ella siempre está y estará! Lunas como ella, diferentes cada vez, ya sea vestida de mujer, de diosa o de madre! Todas ellas en una sola luna, en una sola y amada mujer, completa! Huidiza como un gato en la oscuridad, aprendiza del amor verdadero como yo, brillante como un reflejo en el mar, presente como el mismo tiempo, deseada como una bella y sensual mujer, tierna como una madre que amamanta con amor a su bebé! Hay tantas lunas en ella! Cada una diferente y, a la vez, cada una con una misma Alma radiante y formando parte del mismo Universo! Cada una con su propia luz!
No puedo escojer una sola luna de ellas! Todas y cada una conforman todo su ser, al que amo, aún sin saber! Esencial, emocional, vital, impulsiva, prudente, pasional, temorosa, minuciosa, sensual y siempre amorosa! Cada una de esas lunas compartidas y cercanas, pero ocultas tras la infinita distancia, aunque siempre la muestran tal y como ella es, en toda su esencia de bella mujer! Única, irrepetible, mágica y real! Con su luz propia en el centro, en su corazón, y con sus sombras reflejadas en los tejados, esperando el gran amanecer!
Hoy el Universo está lleno de lunas y la luna llena está llena de lunas… y, en cada una de ellas está el corazón de ella, donde hay mucho amor para dar y recibir, haciendo más pleno el mismo Universo… y mi amor por ella!
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