Revista Psicología

Luna Menguante

Por Serendipity-Psico @serendipity_cdh
Luna MenguanteUn rayo de sol entra por los agujeritos de la persiana de Luna, ya es de día, pero ella apenas ha podido pegar ojo. Ha sido una noche complicada, llena de sobresaltos… “menos mal que es sábado” – piensa Luna.La enfermedad de Carmen avanza, y eso se hace notar en su estado de alerta y en el sueño y descanso de la familia.-Buenos días abuela- dice Luna con una sonrisa medio forzada.-Carmen se gira y responde… “días…”. Y sigue mirando hacia el infinito.Luna coge a su gato TAU y le pone encima de sus faldas. Carmen pega un pequeño respingo como si despertara. Dirige su mirada a Tau y comienza a acariciarle y a decirle cosas.Luna ya tiene 12 años y conoce muy bien la situación. Sus padres se han encargado de que sepa todos los secretos de la enfermedad de su abuela, el Alzheimer. Ella ha sido partícipe de cada etapa, y está tomando conciencia de que las cosas están cambiando, y que esa maldita enfermedad está comenzando a comer terreno.No obstante Luna no desiste. Se niega a aceptar que su abuela pase las horas “dormida” así que se propone hacer lo que esté en su mano para mantenerla despierta el mayor tiempo posible.  TAU es ahora con quien más interactúa Carmen, así que aprovechando que es un gato muy muy cariñoso, siempre que puede se le pone encima. -Gatito bonito… mira que pelo más suave… qué cariñoso que eres…- Dice Carmen mientras no le quita la mirada de encima.Luna Menguante


Carmen ha sido una gran modista, y además de entretenerse doblando trapos, a Luna se le ha ocurrido una manera de mantenerla activa…-Abuela necesito tu ayuda… quiero hacerme un vestido para verano y un jersey para invierno, ¿me ayudas a escoger las telas?- Luna le entrega un cuaderno lleno de recortes de diferentes materiales: raso, loneta, terciopelo, lana… que elaboraron el pasado año juntas. -Uuuy esto para verano no, que el terciopelo da mucho calor…- Dice Carmen mientras inspecciona bien todas las telas.Por otro lado, Luna le entrega camisas viejas para que abroche los botones y las doble, y trozos de cartón con la forma de un zapato y con los cordones colocados para que los abroche. -Las cosas bien hechas, bien hechas están…- Dice Carmen. Realiza todas las tareas que le manda su nieta, ya con poca maña y de manera muy lenta, pero con dedicación.Solo con las telas, las camisas y los cordones Carmen está entretenida todos los días un buen rato. Aún así, Luna tiene más cosas preparadas para Carmen.Ha grabado en un mp3 un sinfín de canciones de la época de su abuela, aquellas que siempre canturreaba y que gracias a esta idea parece haber recordado por arte de magia. Es increíble lo que puede llegar a cambiar su rostro y expresividad en la cara cuando tiene los cascos puestos.Luna MenguanteLuna además, se encarga de que su abuela tenga siempre la manicura perfecta, algo con lo que Carmen siempre fue muy exigente, no sin antes darle un buen masaje de manos. Un momento íntimo y de contacto al que ambas se aferran.-Tic, tac, tic, tac, tic, tac… -“¿qué es eso que suena abuela?-, pregunta Luna.- Parece un reloj…- Responde Carmen dubitativa... -Pio, pio… pio, pio… -¿qué animal está cantando?- añade Luna.-“Anda, parece que se ha colado un pajarillo…”. Dice Carmen sorprendida.Luna graba montones de sonidos con su teléfono y aprovecha a ponerlos para que su abuela se mantenga alerta.-¡Dónde vas con eso Luna!, lo voy a necesitar en un rato…-Dice su madre mientras remueve con esmero la bechamel…-Un momento mama no tardo nada- grita Luna apurada y a punto de tropezar. Lleva entre sus manos una caja llena de especias, algunas ramas de tomillo, romero y albahaca, una botella de aceite de oliva y vinagre y tarros de sal y azúcar.-Adivina abuela, ¿a qué huele?... ¿y esto, a qué sabe?- Luna va dando a probar y oler a Carmen y descubre que su paladar y olfato no son los que eran, pero con su ayuda consigue adivinarlo.Luna Menguante
Hoy se avista una brillante luna menguante pero el porche permanece vacío... Menguante y vacío como la memoria, los recuerdos y la vida de Carmen, que poco a poco y a pesar de los esfuerzos de su nieta, se van apagando.



Volver a la Portada de Logo Paperblog