Luna no está

Esta reseña debería empezar con esta frase: esta es la historia que nos cuenta Nathan Filer, autor de "La luna no está". Sin embargo, voy a comenzarla con esta otra: esta es la historia que nos cuenta Matthew Holmes, protagonista de "La luna no está".

Portada de La luna no está

Matthew comienza su relato en un camping. Tiene nueve años y está pasando las vacaciones con su hermano Simon y sus padres. Simon es su hermano mayor pero tiene una enfermedad que hace que su edad psicológica sea menor que la real. Simon adora a Matthew y Matthew a Simon, aunque a veces para Matthew es difícil sobrellevar que Simon, aun sin proponérselo, acapare tanta atención de sus padres. Una noche de ese verano de hace diez años, los dos hermanos salen a hurtadillas de la caravana. La aventura les espera. Sólo uno de los dos volverá con vida. Un fatal accidente hará que la cara de Simon, redonda como la luna, deje de brillar para siempre.
Con diecinueve años Matthew reúne por fin el valor de contar su historia y lo hace a través de la escritura. Matthew escribe cómo sus padres deciden que no va a volver al colegio y cómo su madre le da clases en la mesa de la cocina, escribe cómo él intenta complacerla. Matthew escribe cómo cambia la escena familiar, todos sentados en el sofá mirando la televisión excepto Simon, que le gustaba sentarse en el suelo. Ahora los tres se sientan en el sofá mirando el lugar vacío dónde se sentaba Simon. Matthew escribe cómo vuelve a un nuevo colegio. Matthew escribe, escribe, escribe,...
Aún no os he contado desde dónde escribe Matthew. Escribe con una obsoleta máquina de escribir que le regaló su abuela Noos desde su apartamento en el que vive sólo. También escribe a veces desde el ordenador que le dejan usar en el centro de día al que va. Os preguntaréis, pajaritos, por qué un chico de diecinueve años acude a un centro de día. ¿Os he contado que Simon padecía una enfermedad? Bueno, en realidad ha sido Matthew quién nos lo ha contado. Pues bien, nuestro aspirante a escritor sufre otra, diferente a la de su hermano. Sufre un trastorno mental.

Fotografía de Adriano Agulló.

Sí, pajaritos, ya sé que no os lo he dicho antes, pero tampoco es que Matthew nos lo contara en el primer capítulo, no ha sido así. Y si no lo mencionó en un principio no creo que haya sido por timidez o vergüenza, porque Matthew ha sido muy valiente y muy generoso con nosotros. Matthew nos lo cuenta todo, todo lo que se le pasa por la cabeza y todo lo que siente, y lo hace sin pudor y con gran naturalidad. Vale, ya sé que a veces se lía saltando del presente al pasado, y que mezcla la realidad con lo que él piensa que es real. ¡Qué queréis, es un enfermo mental! Pero si hasta tiene el detalle de cambiar el tipo de letra para que nos situemos en la historia. Y además incluye sus dibujos en su relato. Porque Matthew no sólo escribe, Matthew también dibuja, y todo, todo, lo comparte con nosotros.
Supongo que el que haya llegado hasta aquí a estas alturas tiene muy claro que el protagonista de esta novela se llama Matthew (me repito mucho, lo sé) Así que dejemos de hablar de Mat y centrémonos en Nathan Filer. ¿Recordáis? El auténtico escritor, el que teclea de verdad esta historia, el creador de Matthew (porque Matthew es un personaje por muy real que nos parezca) Matthew nos lo da todo, nos da toda su locura, pero es Filer quien nos hace el auténtico regalo. Es Nathan Filer quien nos hace volar por la mente de Matthew, y con ese vuelo por una mente enferma, hace que abramos la nuestra. Filer desnuda la enfermedad mental y la humaniza, y otorga a los enfermos el estatus de personas. Porque en esta sociedad individualista que estigmatiza al diferente y al 'loco', se nos olvida a menudo que un enfermo mental es una persona como tú, como yo, como Matthew.
Si esta novela fuera una lucha entre cordura y locura (no lo es, pajaritos) os puedo asegurar que nos decantaríamos sin ninguna duda por la segunda. Porque tras leer esta sincera e intimista historia, no podemos dejar de estar del lado de Matthew, ese niño de diecinueve años que vive anclado a un camping de caravanas condenado a perder a su hermano una y otra vez. Y porque yo misma me siento un poco loca y enferma, aquí, encerrada en casa, una tarde de sábado de verano, frente a la pantalla del ordenador, escribiendo, escribiendo, escribiendo,... cuando en realidad todo lo que os quería contar se puede resumir en esta sencilla frase:
Matthew perdió a Simon y su mente se perdió.

"Mi plan de curación consiste en lo siguiente: maté a mi hermano cuando era pequeño, y ahora tengo que volver a matarlo. Me dan fármacos para envenenarlo y me hacen preguntas para asegurarse de que ha muerto."

Hospital. Fotografía de Bolshakov.

Ficha del libro:
Título: La luna no está
Autor: Nathan Filer
Editorial: Alianza
Año de publicación: 2014
Nº de páginas: 312

Primeras páginas, premios y booktrailer

El premio Costa es uno de los más prestigiosos del Reino Unido. Consta de cinco categorías: primera novela, novela, biografía, poesía y libro infantil. Los ganadores de cada una de ellas compiten entre sí por el Premio Costa al libro del año. Nathan Filer, que había ganado semanas antes el premio Costa a la primera novela, se alzó en enero de 2014 con el Premio Costa al libro del año con su novela "La luna no está".
Como anécdota os contaré que antes de su publicación original en inglés, esta novela ya había sido contratada por más de diez editoriales de todo el mundo.
Os dejo a continuación el enlace a sus primeras páginas y su booktrailer:
Primeras páginas de "La luna no está"

Esquizofrenia y arte

El término esquizofrenia procede del griego schizein (dividir, escindir, hendir, romper) y phren (entendimiento, razón, mente) Es un trastorno mental cuyas causas no están claras aunque se cree que puede haber un componente genético y también diversos factores que lo desencadenan. Afecta a un 1% de la población mundial. Seguro que todos vosotros conocéis a más de 100 personas, así que pensad que es bastante probable que tengáis en vuestro entorno a alguien con esquizofrenia. Tal vez incluso alguno de ellos esté ahora mismo leyendo este blog. Si es así sería interesante que leyera este libro y conocer su opinión.
El protagonista de esta novela parece sentir una necesidad acuciante de expresarse a través de la escritura o de sus dibujos. Pues bien, parece que esto no es algo atípico entre los enfermos de esquizofrenia, sobre todo en cuanto a dibujar se refiere. Más que un mero talento para imitar la realidad, podría hablarse de auténtica originalidad y creatividad con la que expresar lo que ven debido a su trastorno. Y como a veces una imagen vale más que mil palabras, me despido de vosotros con el siguiente vídeo en el que se muestran las impresionantes obras de relevantes artistas diagnosticados con esquizofrenia.

Y el próximo viernes... volaremos hacia una oficina de visados y pasaportes de una ciudad americana, donde un terremoto nos dejará atrapados. No temáis pajaritos, no cercenaré vuestras alas. Es más, no os ofrezco un vuelo esta vez sino nueve, uno por cada una de las personas que han quedado confinadas en esa oficina. ¿Conseguirán con sus vuelos recuperar la esperanza? "Algo asombroso", de Chita Banerjee Divakaruni.