Llegó al refugio hace ya dos años y hasta el momento nadie se ha fijado en ella. A ciertas edades la adopciones son más difíciles, por eso su caso es especial. No os podéis imaginar la gratitud de Luna, hasta parece que es feliz en el refugio, se lleva bien con todos sus compañeros, no se queja de nada, se acerca con mucho cariño y a pesar de su tamaño te echa las patitas con mucha delicadeza. Pero me preocupa bastante su salud, porque hace mucho frío en el refugio y ella no es ninguna jovencita. A esta edad los perros en refugios envejecen rápidamente, el invierno es muy duro y su vida se acorta.
Espero que tengas mucha suerte pekeña!! AYUDA A SACAR A LUNA DEL REFUGIO.
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