FINLANDIA: En Kuhmo, la 9ª División Finlandesa reanuda sus ataques con el nuevo día. Tras haber conseguido dividir a la 54ª División Soviética, los finlandeses consiguen hoy continuar fragmentando a los rusos y cercar varios de los grupos aislados. En el norte del Ladoga, los soviéticos lanzan nuevos ataques en dirección al núcleo estratégico de Kitela y a la isla de Mantsinsaari. Pese a que no consiguen ninguno de estos dos objetivos, los rusos avanzan lentamente, ganando terreno a los cada vez más agotados finlandeses. En el aire, la aviación soviética se ensaña con Hango y Abo, dejando varias docenas de muertos. En el plano internacional, la embajada soviética en Suecia informa al gobierno de ese país que la URSS estaría dispuesta a entablar negociaciones con los finlandeses. Se están dando los primeros pasos para poner fin a una guerra que está resultando demasiado costosa para ambos bandos.
MAR DEL NORTE: Entre las islas Shetland y Kent, la Luftwaffe envía un grupo de bombarderos a atacar un convoy británico. Los vapores Stanburn, de 2.881 toneladas, y el Leo Dawson, de 4.330, son destruidos por los aviones nazis, que se retiran sin sufrir bajas. Además, uno de los aparatos germanos consigue destruir la lancha ligera E. Dudgeon de la Royal Navy, acabando con las vidas de 7 de sus 8 tripulantes.
PARIS: El Primer Ministro Edouard Daladier pronuncia un discurso radiado a la hora de la cena para el pueblo francés. El líder galo pide a los franceses unidad en la retaguardia, después de que en las últimas semanas se hayan sucedido manifestaciones comunistas contra la guerra, detenciones y condenas de comunistas y simpatizantes nazis y guerras de declaraciones entre publicaciones izquierdistas y conservadoras. Según Daladier, los franceses, de toda ideología y clase social, deben permanecer unidos para derrotar al enemigo nazi, ya que lo que está en juego es la supervivencia de la propia Francia. Además, critica una vez más la colaboración entre Alemania y la Unión Soviética y pide a los neutrales que se unan a la lucha contra el nazismo.
En otro orden de cosas, el Gobierno Polaco en el Exilio, instalado en la localidad francesa de Angers, continúa haciendo públicos informes sobre los excesos y crímenes alemanes en Polonia. Esta vez acusan a los alemanes de haber ejecutado a 18.000 intelectuales polacos desde que empezó la guerra, todo parte de un plan organizado para eliminar a las clases dirigentes polacas.
BERLÍN: La Oficina del Censo del Reichstag informa a la prensa que más de 60.000 alemanes étnicos procedentes del Báltico se han instalado en la Polonia anexionada al Reich. En breve el Führer les concederá la representación parlamentaria pertinente en Berlín.