La semana del Orgullo LGTB estará marcada sin duda por la reciente matanza de Orlando, pero no solo, también por el retroceso en la aceptación de las diferencias por opciones sexuales, en el odio que generan y en su representación en forma de violencia, ¡más de 60 denuncias en lo que va de año por agresiones homófobas tan solo en Madrid! El panorama no es alentador, muertes, discriminación, rechazo y actitudes violentas contra el colectivo, por no hablar de las reacciones y opiniones que ha suscitado el atentado en las redes sociales, el hashtag #MatarGaysNoEsDelito y toda la mierda que volcó es una de las cosas más dolorosas e incomprensibles que he visto en mucho tiempo. Claramente, y no voy a mirar más lejos de nuestras fronteras, la situación supone un retroceso en los avances conseguidos en todos estos años de normalización lenta pero progresiva, pareciera que la frustración de la gente encontrase alivio en cebarse contra los que no comparten sus gustos sexuales, aunque sin duda alguna también es la reacción al acicate recibido desde los púlpitos de la Iglesia o de las propias instituciones que nos gobiernan, con bocas que se esfuerzan en discriminarnos, compararnos con el Imperio del Mal o en responder de manera tibia a la situación, tanto desde la educación, el acoso escolar también aumenta, como de las débiles leyes que regulan la agresiva situación. Por todo ello, hoy de nuevo, hay que volver a luchar como si fuese el primer día, organizarse y hacer visibles las diferencias, defenderse contra la intolerancia y reclamar nuestros derechos. Nadie es diferente por elegir alguien a quien amar de su mismo sexo, o por sentirse más identificado con el otro que con el suyo propio, a nadie debería hacerle daño esto y las reacciones negativas ante ello deberían ser las que se recriminasen y cortasen de raíz. Empezamos la habitual semana monográfica de vídeos de temática LGTB con un trabajo que de manera inocente pero contundente defiende la igualdad y la normalidad sexual. Sus protagonistas son personas, humanos que ríen, disfrutan, sufren y lloran por amor, con un mensaje final y determinante expresado sin tapujos: "La vida es amor, el resto son opciones, ¡que les follen!" La música corre a cargo del compositor británico Declan McKenna, que con tan solo 17 años y dos singles ya ha recibido los parabienes de la exigente crítica especializada de su país. Parece que tiene muy clarito lo que quiere y como expresarlo con su música, ¡ojalá todo el mundo siguiese su ejemplo!
- DECLAN MCKENNA: "PARACETAMOL" DIR: MATT LAMBERT