Lunes musical y balance anual

¡¡Último lunes del año!! No sé a vosotros pero para mi el 2013 ha sido fugaz, se me ha pasado en un suspiro. Y a pesar de ello ha sido un buen año donde he podido disfrutar muchísimo a muchos niveles. 
Lo más importante para mi es que la salud de Rayo no nos ha dado ningún susto. Empezamos el año sólo regular, con una intervención reciente y algunos efectos secundarios delicados. Pero para su cumpleaños todo ello fue quedando atrás y fuimos mejorando. Vivió un cumpleaños estupendo, se sintió tan mayor al cumplir sus 6, ¡qué bien lo pasamos! Al poco hicimos la primera escapada de la temporada, a uno de nuestros lugares predilectos: ¡Asturias! A pesar del frío, de la lluvia y alguna dolencia estomacal que me asaltó en aquellos días, disfrutamos mucho. Rayo adora estos viajes donde predomina naturaleza, aire libre, muchas vacas y muchos caballos. Para el 2014 ya estoy planeando una nueva aventura y también será por el norte. 
La primavera llegó fresquita este año y se pasó en un suspiro mientras mi peque acababa su curso escolar. Anticipábamos el final de un ciclo, el de Educación Infantil, al tiempo que íbamos viendo sus avances, ¡se hacía mayor! El curso acabó con la despedida de su profesora, un momento muy emotivo, lleno de cariño y ligera tristeza.
Y sí, se hace mayor, lo he ido notando por momentos. A pesar de ese vínculo especial que nos sigue uniendo, va ganando en independencia. Ha sido un año donde he visto cambios enormes en su comportamiento, en su forma de actuar, de pensar.... incluso de sentir.
Uno de mis propósitos para este año fue ocuparme por fin de mi suelo pélvico, ¡y lo conseguí! Beatriz me ha ayudado con esta tarea y la estoy enormemente agradecida por ello. El mantenimiento ahora corre de mi cuenta, así que toca vencer la pereza y seguir trabajando pero a día de hoy la mejora ha sido increíble. 
En mi trabajo hubo muchos cambios idas y venidas, que trajeron a mi vida nuevas personas que me hacen sonreir, algo que me encanta. Soy afortunada :) 
Decidimos tomarnos las vacaciones de verano temprano, a pesar del fresquito reinante. De hecho las comenzamos llevando chaquetita en nuestro destino playero. Pero a pesar de ello, ¡¡qué bien lo pasamos!! 3 semanas de ocio, diversión, relax y descanso. Este año las hemos disfrutado especialmente.
Hubo un hecho que ha marcado un antes y un después, por primera vez Rayo quiso irse a la playa con sus abuelos. Qué raros nos sentimos sin él. Fueron apenas unos días pero confieso que no me gustó nada no tenerle en casa. Pero él se lo pasó en grande.
Y fue ahí, en pleno verano cuando me dio la locura de redecorar mi casa.... y en definitiva mi vida. Muchas ideas fluían esos días por mi cabeza acompañadas de decisiones importantes. Decisiones que hoy me replanteo, pero con las que no me obsesiono. Hay que dejar fluir....
Anticipábamos el nuevo curso, un cambio importante, un nuevo ciclo, nuevos profesores por descubrir, nuevos métodos y además nuevo horario escolar. Confieso que estaba yo más nerviosa que mi niño. Y como siempre, nos sorprendió, todo lo hizo muy fácil, su adaptación fue fabulosa y este primer trimestre ha sido estupendo, lleno de buenos resultados.
Con el otoño llegó mi cumpleaños, ¡¡40!! Soplé las velas con ilusión y mucha alegría. Me hice un tatuaje para celebrarlo y todo. 
Los últimos meses han estado llenos de momentos estupendos en familia, mucho trabajo -por fortuna- y una rutina que nos encanta por cotidiana, tranquila y feliz. Nuevos handicaps que afrontar con Rayo, nuevas metas. 
Este año he podido dar la bienvenida a los bebés de muchas amigas queridas. He recibido las maravillosas noticias de los embarazos de mis niñas queridas -alguno por sorpresa-. 
He afianzado algunas amistades que me acompañan cada día, no sé que haría sin vosotras chicas. Qué buenos momentos hemos pasado teléfono en mano, mis imperfectas, mis macaracas, mi amiga Marta, qué suerte teneros ahí para cualquier cosa que pase, para echarnos unas risas o para contaros la última genialidad de Rayo.
¿Y el blog? Pues aquí sigue, con menos publicaciones, menos intensidad. Pero ahora que quiero repasar el año, me doy cuenta del gran diario que es. Y sólo por eso deseo que siga acompañándome. 
Empecé el año tensa, nerviosa y algo temerosa. Pero lo acabo mucho más tranquila, sonriendo y sin plan alguno para el año que empieza. No hay lista de propósitos, no hay metas que cumplir, sólo hay que vivir y disfrutar. 
Y no olvido que es lunes, ¡toca compartir un poquito música! Vamos con una canción dedicada a este día de la semana, de la mano de The Bangles, igual los más jovencitos no sabéis quienes son, si os gusta, escuchad más de ellas, merecen la pena. La idea ha sido de Papá sin complejos: 

Ya sólo me queda desearos un Feliz Año nuevo, disfrutad de estos días, tomad las uvas con vuestros peques, sed felices :)