¿lunes… y soñando, de nuevo?

Un lunes más en mi vida… ¿o es uno menos? La cuestión es que, como cada inicio de semana, hoy empieza una oportunidad más para disfrutar! Como seguramente ya sabes -si me has leído desde hace algún tiempo- ahora mismo me gustaría estar allá, en los mares del Norte, donde nace el arcoiris! Seguramente me hubiera levantado temprano viéndola dormir plácidamente a ella, hubiera preparado con esmero y ternura el desayuno a mi amor, y le hubiera ayudado a bañar y luego vestir a mis amadas niñas! Hace un día frío y tal vez lluvioso tras los cristales, pero el ya amarillo otoño nos invitaría a adentrarnos en el bosque, más tarde, casi al mediodía, cuando la humedad ya no calara los huesos y el tímido sol hubiera desvanecido la brumosa niebla matinal. Pasearíamos bien juntos, cogidos de la mano, y con nuestras niñas, por ese estrecho sendero del bosque encantado hasta llegar al claro del bosque, allí donde la luna se refleja cada noche, mostrando su bello rostro. Ya de vuelta, después de arreglar el jardín y ordenar el hogar, ya por la tarde compartiríamos horas y horas ante el fuego de la chimenea, charlando sobre la vida, mientras las niñas durmieran y jugaríamos con ellas a ratos, viendo en sus pequeños ojos la ilusión infantil ante este nuevo día de felicidad simple y cotidiana. Más tarde, después de cenar compartiríamos ese mágico y sensual momento con nosotros mismos, en que la luna sería perenne y mudo testigo de nuestro ya entonces poco clandestino amor…

Ya ves, a pesar de ser lunes, me gusta soñar, lo reconozco! Hoy no sé vivir sin soñar! Me gusta levantarme cada nueva mañana con la ilusión puesta en ese maravilloso sueño que me gusta rememorar! Y seguramente mi día de hoy y esta nueva semana que empieza no será -aún- como había soñado y tendrá poco que ver con mi sueño. Qizás algún día llegará… si ha de llegar! Mientras, después de un aromático café, quizás trabajaré un rato al ordenador, en una mañana de lunes que, sin ser fría aquí, es otoñal y lluviosa, lo que en una gran ciudad como Barcelona no es siempre cómodo ni bucólico! Pero pienso que es necesaria esta lluvia, después de muchos meses sin llover! Luego iré a mi despacho, acudiré a reuniones, donde conoceré a algunas personas interesantes y que tienen algo que aportarme o que aportar al mundo. Y tras la jornada laboral y si ya ha dejado de llover, cogeré mi moto y me iré a la playa a pasear un rato, con mi iPod lleno de fantástica música y, a la vez, mirando el plateado y mágico mar… Y en él entenderé la gratuidad de la vida y su verdadero sentido, así como el constante devenir de las circunstancias que, en la metáfora de las olas, siempre vienen y van…

Empezar cada nuevo día así, soñando pero a la vez buscando la belleza y la felicidad en la rutina de la realidad es un placer. Saber encontrar motivos, personas, escenarios y momentos para disfrutar de la vida a cada instante es un privilegio que todos deberían saber utilizar! Eso me hace sonreir y hace que las personas que se cruzan por unos instantes en mi día a día, disfruten de mi rostro sereno y de mi creatividad en lo que hago a cada momento! Con cada uno de ellos y a mí manera, comparto experiencias, pensamientos, sugerencias que logran que cada minuto sea diferente y enriquecedor. Ningún día es igual a otro y cada día doy un paso más hacia mi felicidad! Y seguramente esa es la mochila que voy día a día llenando para que tal vez llegue ese día en que la pueda compartir con amor y para siempre… tal vez con ella, donde estemos, en ese lugar donde ya cada día habrá un arcoiris para compartir!

Mientras, hoy lunes seguiré viviendo como si fuera mi último día de vida, aunque desde luego será el único y último 22 de octubre del 2012 que viviré y difrutaré! Intentaré inciar la semana bien atento, buscando esos momentos que me aporten satisfacción y felicidad, aunque sean solo instantes. Buscaré momentos para compartir lo mejor de mí y también otros para estar conmigomismo, cada día! Y permanaceré bien atento a cada momento, para saber ver, identificar y difrutar de esas inequívocas señales que aparecerán en mi día a día y que me recordarán que cada paso es mi camino hacia ese maravilloso sueño que algún día viviré… y tal vez compartiré, para siempre, si ha de ser así!

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