Revista Belleza

Lush Charity Pot Crema Corporal

Por Rusta @RustaDevoradora
Lush Charity Pot Crema Corporal

La campaña AnimaNaturalis

AnimaNaturalis (AnimaNaturalis.org) es una ONG que tiene como objetivo acabar con la presencia de los animales en el circo. Los animales no son payasos y sufren con estas prácticas, por lo que desde AnimaNaturalis nos animan a no asistir a circos que los utilicen y nos quejemos a nuestro ayuntamiento cuando venga alguno a nuestra localidad. Hasta el momento, más de 40 municipios se han unido a esta campaña y otros tantos están en proceso de hacerlo. Al igual que estamos en contra del maltrato animal en otras vertientes, también podríamos poner nuestro granito de arena para acabar con estas prácticas: un circo puede ser igual de bueno y divertido sin estas criaturas

¿Y qué tiene que ver la campaña AnimaNaturalis con Lush? Como sabéis, esta firma está muy concienciada con los temas de protección de los animales y de vez en cuando colabora con actividades que reivindiquen sus derechos. En este caso, ha creado la crema Charity Pot (el nombre no podría ser más adecuado, pues significa literalmente “tarro solidario”) y los ingresos generados por las ventas del producto se donan íntegramente a AnimaNaturalis (a excepción del IVA). Me parece una iniciativa excelente; un acierto darlo todo y no solamente 1€ o un determinado porcentaje, como hacen otras marcas.

Charity Pot

Al igual que las otras hidratantes corporales de Lush, Charity Pot se presenta en un sencillo tarro de plástico negro, reciclable y minimalista. La crema es de color amarillento y tiene una textura suave, no llega a ser densa-pringosa, aunque tampoco es tan ligera como otras, por lo que tarda un poquito en absorberse del todo. Cada bote contiene 225 gramos y su precio es de 15,95€. Cara, no hay duda, sobre todo si tenemos en cuenta que muchas hidratantes del mercado llevan prácticamente el doble de cantidad y apenas cuestan 5€. De todos modos, es un problema frecuente en las que yo llamo “cremas con aromas exquisitos”, que tal vez no aportan nada nuevo en hidratación pero proporcionan sensaciones olfativas de lo más agradables (que son lo que pagas al final). Además, en este caso se lo podemos perdonar porque el dinero se destina a una buena causa.

En lo relativo a la composición, destacan el aceite de almendras, de sobra conocidos por sus propiedades altamente nutritivas y suavizantes, y la manteca de cacao procedente del comercio justo, una excelente hidratante con cualidades regeneradoras y emolientes. Hay que mencionar que Lush tiene productos más naturales que otros; aun así, lo que es seguro es que en ninguno encontraréis ingredientes de empresas que experimenten con animales.

El aroma

He aquí el problema de esta crema: apesta. Un aroma logrado, sin duda —rasgo común a casi todos los productos de Lush—, pues dura muchísimo (demasiado para mí…) y no tiene nada de común. Me cuesta definir en detalle su fragancia porque ya hace varios días que gasté la muestra, pero digamos que el recuerdo que me quedó fue el de un olor rancio. He husmeado un poco por la red y he podido ver que despierta pasiones y odios: unos opinan que recuerda al aroma de las medicinas y otros lo relacionan con una fragancia dulce, como de chocolate y especias o incluso de mantequilla. Quizá lo que más me inspiró a mí fue esto último, la mantequilla (producto que, a todo esto, me da un asco tremendo). En fin, para mí este es el gran fallo de Charity Pot; no obstante, los gustos son siempre subjetivos (y más si hablamos de una fragancia), así que puede que a vosotras os guste más que a mí. Ya digo que hay opiniones de todo tipo al respecto.

Impresiones

Ante todo, seré sincera: he probado la crema gracias a una muestra (no de las típicas que vienen en sobre, sino que me pusieron una pequeña cantidad en un tarrito de plástico, como suelen hacer en Lush), de modo que no puedo dar muchos detalles con respecto a su efectividad como producto hidratante. De todas formas, me pareció interesante escribir esta opinión porque pienso que la campaña AnimaNaturalis puede llamar la atención de la gente (y nunca está de más dar a conocer una iniciativa de este tipo) y, además, dudo que alguien compre una crema de casi 16€ únicamente por la hidratación. Siempre he pensado que quien se gasta semejantes cantidades en una crema corporal lo hace más por su aroma, que es el aspecto donde los artículos de perfumería o firmas naturales superan a los de supermercado (quien solo busque hidratación, encontrará cientos de cremas baratas y muy eficaces, y de mi opinión sobre el olor ya he hablado.

Dicho esto, os hablaré de mi escasa experiencia con ella. Me la apliqué en las piernas y solo me dio para un solo uso. Teniendo esto en cuenta, lo cierto es que no noté ni que la crema fuera especialmente buena, ni tampoco que fuera mala. Los típicos puntos rojos que quedan tras la depilación y denotan sequedad siguen ahí, pero tampoco noto la piel más seca de lo que estaba, digamos que se mantiene igual. Puede que con un uso más continuado deje la piel mejor, o puede que sea una de las tantas hidratantes normalitas que se venden únicamente por su fragancia. Lamento no poder daros más información; en cualquier caso, si os ha llamado la atención la campaña solidaria y creéis que el aroma puede ser de vuestro agrado, os animo a darle una oportunidad. Lo que es seguro es que no me ha causado ninguna irritación ni nada malo, así que por ese lado podéis estar tranquilos.

Con respecto a la duración del aroma en la piel, por un vez puedo decir que perdura muchísimo (demasiado para mi gusto, ¡ja, ja!). El olor todavía se nota con el paso de las horas, no es de los típicos que solo se aprecia con la crema recién aplicada. Me imagino que, más allá de las particularidades de la crema, si la fragancia es fuerte de por sí, lo tiene más fácil para fijarse en la piel y mantenerse.

Hablando del aroma y de su utilidad en esta crema, me gustaría hacer una pequeña reflexión. Ante todo, reitero que cada uno tiene sus gustos y sé que hay y habrá gente que adore la fragancia de Charity Pot. Ahora bien: estamos hablando de una hidratante que se vende con el fin de recaudar fondos para una organización benéfica. En mi opinión, el interés de Lush debería centrarse en el hecho de vender muchas unidades, no tanto en experimentar con notas de mantequilla, especias o lo que sea que lleva la crema. ¿Qué quiero decir con esto? Pienso que hay fragancias que gustan más al público en general, olores básicos como la fresa o la mora, o alguno goloso como el chocolate o la vainilla (sin mezclas extrañas). Creo que, con un aroma de ese estilo, Charity Pot tendría más éxito y llegaría a más gente, que se supone que es lo que interesa a la empresa. En mi caso, saber que colaboro con una campaña es un plus más al comprar algo, pero con esta crema no podré hacerlo porque el olor me resulta muy desagradable. Espero que se entienda lo que quiero decir.


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