Roberto Verino cree que su deber como diseñador ante el desánimo y la caída del consumo por la crisis es hacer prendas de "gran calidad" que sean una "inversión, y no un gasto", y que además tengan la capacidad de generar "ilusión" en el cliente.
El hombre de Verino se decanta por trajes de corte tradicional con patrón ajustado en el pantalón y abrigos de grandes solapas, en las que se ha añadido piel, como el zorro, un elemento protagonista de su colección, en complementos y piezas de vestir.
En la segundo jornada de la pasarela madrileña, Verino ha orquestado sobre la pasarela un espectáculo con sentido del ritmo y de la escenografía, con el que ha conseguido ser de los pocos diseñadores que ha arrancado varias ovaciones al público.
El modisto es de los que piensan que los diseñadores tienen la obligación moral de proporcionar prendas que hagan a las personas sentirse mejores consigo mismas, y ése es el objetivo fijado con su propuesta otoño-invierno 2013/14.
La colección de Verino, que también es un bodeguero consolidado, hace suya los colores del vino, desde el púrpura de los caldos jóvenes al más profundo, pasando por los dorados de los blancos. Ellos inspiran prendas de calidad y con vocación atemporal para provocar lo que Verino llama “compra inteligente”, es decir, invertir en piezas que se puedan usar siempre. Los paralelismos con el vino no acaban ahí: “hay que compartir lo que vale la pena en la vida”, afirma el diseñador, como el buen vino y como las buenas prendas.
La colección se presenta como cuatro opciones clave. Trajes de cuadros en tonos cámel, verde musgo y tostado para una colección Candy Sport Today. Con Golden City la clave son las gabardinas y loa abrigos de paño.
Las prendas de piel y los trajes son perfectos para Late's 60 Haute Couture.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure