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Callejear por el simple placer de hacerlo,y en el silencio de mis pasosdisfruto de un monólogoa veces profundo,a veces absurdo.Sin saberlo la ciudad me responde,intenta opinar,colarse como en luz de gasen mi propio pensamiento para sonsacarme una de mis sonrisas,porque adoro ser caminante.
Beatriz CáceresEscritor y poeta.