Revista Cultura y Ocio

Luz y alegría para vivir

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Luz y alegría para vivirPedro Paricio Aucejo

Como personaje teatral, santa Teresa de Jesús ha sido representada en variadas ocasiones en la escena española del siglo XX, siendo Eduardo Marquina (1879-1946) su principal introductor a principios de dicha centuria. Este escritor barcelonés, que comenzó su amplia vida literaria con la lírica y nunca se desprendió de ella –consideraba que la única teatralidad de la obra la da su poesía–, llegó a cultivar con maestría el poema escénico. Sus repetidos éxitos teatrales hicieron de él un referente del drama histórico en verso y le permitieron alcanzar su afán de ser un dramaturgo profesional, pudiendo vivir de lo que escribía: de hecho, a lo largo de su existencia, aunque desempeñó alguna misión diplomática, se mantuvo económicamente con sus colaboraciones en prensa, obras dramáticas, novelas cortas, libros de poesía, traducciones y conferencias.

Ubicado en la lírica modernista y neorromántica y en el drama histórico de corte poético con loas heroicas, este académico de la R.A.E. forma parte de la tradición de autores conocedores del teatro por dentro, así como de los variados recursos que llevan al éxito. Su dominio artesano de la pieza bien hecha le permitió la recreación de corte modernista en la forma, pero de fondo tradicional, heredero del teatro clásico español y del concepto romántico de la escena, al igual que conocedor de la respectiva producción europea del momento.

Siguiendo la estética en boga en nuestro país desde 1893 a 1941, Marquina poseyó una cierta dosis de idealización en su concepción del entramado teatral, que se plasmó sobre todo en su idea de la historia y de la conexión que existe entre los hombres y sus contemporáneos. Por lo que se refiere a este punto, Las hijas del CidEn Flandes se ha puesto el sol y Doña María la Brava  son ejemplos notables de algunas de sus obras que, construidas con versos musicales y sonoros, forman parte de aquel universo escénico¹.

Sus primeras creaciones teatrales sobre la santa de Ávila hay que situarlas en el contexto previo al IV Centenario del nacimiento de santa Teresa en 1915, al III Centenario de la canonización y a su nombramiento en 1922 como Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca, si bien –como pone de relieve la profesora Amezúa²– su interés por la escritora universal se inició con el descubrimiento de los clásicos en la adolescencia.

Sus primeros trabajos al respecto son tres piezas breves compuestas para la actriz María Guerrero. Los Pasos y trabajos de Santa Teresa de Jesús son tres estampas históricas en jornada única, con trama leve y lenguaje lírico: La alcaidesa de Pastrana (1911), sobre la relación entre la princesa de Éboli y la religiosa fundadora; Las cartas de la monja (1912), sobre la lucha entre calzados y descalzos en Toledo y La muerte en Alba (1913), sobre los últimos momentos de Teresa de Ahumada.

En 1930, la actriz Lola Membrives pidió a Marquina que reelaborara su trilogía teresiana y el autor catalán compuso entonces una obra nueva, Teresa de Jesús (1932), seis estampas sobre la reforma teresiana sustentadas en la fe y en la heroicidad de la descalza española ante las persecuciones. El ilustre dramaturgo propone aquí a la mística castellana como modelo de obediencia y perfección y como mujer combatiente del luteranismo. Igualmente la presenta como experta en el conocimiento del alma, no ocultando Marquina su entusiasmo católico en las ‘Notas’ al final del tomo IV de sus Obras completas (1944), donde manifestó: ‘No está dicho que yo mismo no vuelva a pedirle inspiración y consuelos; la luz y alegría para vivir y trabajar’³. Dos años después de esta íntima afirmación fallecería en Nueva York, donde se encontraba ejerciendo como diplomático.

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¹Cf. HERRANZ, Beatriz, ‘Teoría teatral en Eduardo Marquina y su crítica’, en   <https://ebuah.uah.es/dspace/bitstream/handle/10017/4454/Teor%C3%ADa%20Teatral%20en%20Eduardo%20Marquina%20y%20su%20Cr%C3%ADtica.pdf?sequence=1> [Consulta: 25 de abril de 2018].

²Cf. AMEZÚA, Julia, ‘Teresa de Jesús en el teatro español contemporáneo’, en SANCHO FERMÍN, F. J., CUARTAS LONDOÑO, R. y NAWOJOWSKI, J. (DIR.), Teresa de Jesús: Patrimonio de la Humanidad [Actas del Congreso Mundial Teresiano en el V Centenario de su nacimiento (1515-2015), celebrado en CITeS-Universidad de la Mística de Ávila, del 21 al 27 de septiembre de 2015], Burgos, Grupo Editorial Fonte-Monte Carmelo-Universidad de la Mística, 2016, vol. 2, pp. 497-512.

³Ibid., pág. 499.

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