mi ser de luz mi sed de palabra en la regia estirpe del verso que ilumina entre tanta tiniebla; seguir su estela de amapolas y versos rotos como cristales que se clavan sobre el tiempo remoto, cuando aún existía el perfume del jazmín acompañandonos en el silencio del camino en el tibio anochecer de mi profundo abismo, y sobre mí se cernía tu suave manto para cobijar mi desamparo. y quedarme quieta sin más anhelo que la profundidad de tu latido.