Páginas: 448
ISBN: 9788424636906
Precio: 17,95€
La autora
Carmen Fernández Villalba (Sevilla, 1962) vive desde hace años en la ciudad condal y es licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Su carrera profesional destaca por sus trabajos como guionista de numerosas series de televisión ( Estació d’enllaç, El Súper, Nada es para siempre, Esencia de poder, El cor de la ciutat, Ventdelplà, Infidels, etc.), aunque también ha ejercido como redactora jefe de las revistas cinematográficas Fotogramas y Fantastic Magazine y es autora del telefilm La princesa del polígono, que ganó diversos reconocimientos. Como escritora, se hizo con el Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil del año 2003 por la obra Dora, la hija del Sol y el III Premio La Galera Jóvenes Lectores de 2010 con Luzazul. Este último galardón tiene la particularidad de tener un jurado compuesto por más doscientos adolescentes españoles de entre doce y quince años, que en mi opinión es una idea estupenda para comprobar si un libro gusta a su público objetivo.
Edición
Rara vez hago referencia al aspecto externo de un libro (entre otras cosas, porque pienso que lo importante es su contenido), pero quedé tan sorprendida al tener el ejemplar de Luzazul en mis manos que me veo obligada a hablaros de esta espectacular edición. Para empezar, la tinta empleada es de color azul, lo mismo que el lomo de las páginas (esto tiene un inconveniente: mancha las manos). A pesar del título, el color azul como tal no tiene importancia en la novela, pero me pareció un detalle curioso. Por otro lado, el libro tiene unas ilustraciones bellísimas y cargadas de detalles que reflejan fielmente el contenido, obra de Roger Olmos. Destaco especialmente la de los chicos del Clan, que además me pareció muy útil para visualizarlos más fácilmente. Quizá el único problema de la edición es la portada: la imagen está bien, como todas las demás, pero me transmite la idea de que estamos ante un libro muy juvenil, y la realidad es que me ha parecido una historia con muchas lecturas apta para todas las edades.El Enigma de Luzazul
Nos encontramos en la Era Científica. La Galaxia Global está formada por nueve planetas y Luzazul es el astro que los ilumina. Hay un único mandatario que responde al nombre de SS o Ser Supremo, un hombre que ha inculcado el pensamiento científico a todos los humanos y les ha quitado la capacidad de imaginar y soñar. El Planeta Perfecto es donde residen los humanos perfectos y el resto de planetas están habitados por mutantes creados para satisfacer todas las necesidades de los perfectos, desde la energía hasta el entretenimiento. Cuando alguien falla, humano o mutante, se le envía al Noveno: un planeta alejado del resto donde va a parar toda la basura y los descartados tienen que enfrentarse a numerosos peligros para sobrevivir.
Iris es una joven perfecta que un día descubre que puede soñar. En cuanto los controladores detectan su anomalía, no dudan en enviarla al Noveno, donde se encontrará con un grupo de chicos mutantes con los que podrá llevar a cabo su misión. Porque Iris tiene una misión: en sueños y en ciertos momentos de su existencia, una misteriosa frase suena por su cabeza: A Luzazul su sombra dejará sin huella, si Ladivina no alumbra a la estrella. Un mensaje que al principio carece de significado y cobra sentido a medida que avanzan las páginas y se recompone el puzle sobre el origen del ciclo que atraviesan.
El Clan de los Chicos Mutantes
Resolver el Enigma de Luzazul es el hilo principal de la novela, pero su descubrimiento no sería posible sin el magnífico entorno recreado por la autora, un espacio en el que destacan los jóvenes del Clan de los Mutantes que Iris conoce a su llegada al Noveno:
- Iris. Pese a sus primeros reparos, la perfecta no tarda en darse cuenta que no le queda otra opción que unirse al Clan. Iris es una joven educada en el Planeta Perfecto, y como tal, ha recibido una educación que le enseña a tener pensamiento científico, una mentalidad contra la que debe luchar a través de su capacidad para soñar. Físicamente es muy hermosa, con una larga cabellera pelirroja y rasgos bonitos. En cuanto a la personalidad, me ha parecido bastante seria y fría, aunque en el libro se intenten destacar su inteligencia y liderazgo.
- Pêi. El chico anfibio, de color amarillo y sin pelo, como los animales de esta especie. En su planeta tenía la misión de cuidar de unos animales y prepararlos hasta que fueran sacrificados, pero le expulsaron al hallar que sentía compasión por los bichos y les había ayudado a escapar. Pêi es el mayor del grupo, un chico con madera de líder y carácter conciliador. Todos le respetan y desde las primeras páginas se convirtió en uno de mis favoritos.
- Najwa. La calórica es puro fuego, todo carácter y fuerza. De constitución atlética, esta morenaza tiene tres ojos, tres brazos y tres piernas, y junto a Pêi es uno de los pilares del clan (y del libro). No inspira simpatía precisamente, pero me ha encantado con toda su bordería, toda su naturalidad y toda su acción pura y dura. Una personalidad capaz de desafiar al ser más temible aunque luego se muestra torpe e insegura cuando se habla de sentimientos.
- Lela-Lelo. Este bicéfalo tiene dos cabezas, una de niña y otra de niño, ambas extremadamente inteligentes. En el Planeta Ciencia quisieron crear una criatura con el coeficiente intelectual muy elevado y, aunque el experimento fue un éxito, luego desecharon a Lela-Lelo porque temieron que si se hacían más copias del mutante estos podrían rebelarse en contra del sistema establecido. Lelo es un chico majo, mientras que Lela se muestra antipática y siente un odio irracional hacia los perfectos. A propósito de este personaje, me gusta la ironía de su nombre.
- Kerub. El niño alado, el más pequeño del clan y, cómo no podía ser de otra manera, el que inspira más ternura al lector. Kerub es todo bondad y el mimado del jefe. Fue creado en el Planeta Ocio y Comunicación para divertir a los perfectos a través de programas televisados en los que él tenía que hacerlos reír, pero fue descartado porque se emocionaba con facilidad y al final transmitía más tristeza que alegría a los espectadores. En el Noveno sigue llorando mucho, pero al menos ha encontrado a un grupo de amigos que lo aceptan tal y como es.
Sus puntos fuertes
Sin lugar a dudas, el mundo recreado y los personajes del Clan de los Mutantes son lo mejor del libro. Me he tomado la molestia de hablaros de ellos en detalle porque considero que vale la pena conocerlos un poco: sus particularidades físicas, su carácter acorde con lo que les ha tocado vivir, esa psicología tan elaborada. Los cuatro me han parecido muy especiales y desde mi punto de vista transmiten un mensaje precioso: lo diferente nos hace especiales, lo que hace iguales a los chicos en sus planetas de origen, los hace distintos en el Noveno. Aunque ahora veáis las ilustraciones y os parezca imposible llegar a sentir empatía por una chica con tres piernas y tres brazos, en el libro te implicas en su vida y, no solo la comprendes, sino que la sientes tan cercana que parece una amiga tuya. Y lo mismo sucede con el anfibio, él y Nawja son mis favoritos. Lela-Lelo me inspiró cariño a pesar de su carácter; y en cuanto a Kerub, bueno, pasa más desapercibido pero cumple con su papel de niño adorable e inocente. Además, con ellos se trata otro tema importante: el valor de la amistad y el trabajo en equipo, con los celos y la generosidad que eso conlleva a veces.
Por otro lado, los motivos por los que los mutantes fueron desechados se relacionan directamente con las emociones humanas (soñar, sentir compasión, emocionarse…), una forma original de reflexionar sobre aquello que nos constituye como personas. El leitmotiv de la novela se centra en esta lucha de la ciencia frente al azar; o mejor dicho, en la necesidad de poner imaginación en nuestras vidas y con ella llegar a donde no llega la ciencia. Esto se relaciona directamente con otra idea destacable: hay que tener ideas propias, pensar y luchar contra lo establecido cuando las cosas no funcionan. Me encanta que los libros transmitan ideas, son una gran herramienta para no atontar a la gente.
Con respecto al universo inventado por la autora, me parece muy trabajado e imaginativo (como todo en la novela, en realidad). Cada planeta tiene una función y dentro del Noveno hay peligros que los jóvenes deben afrontar. En algunos momentos me ha recordado a ciertos elementos de Los Juegos del Hambre: el hecho de tener que salir adelante en un ambiente hostil, la ambientación distópica apocalíptica, cada planeta especializado en algo (que equivaldrían a los distritos de la citada trilogía), etc. En conjunto los dos libros no tienen nada que ver, pero si os gustaron esos aspectos de Los Juegos del Hambre, seguramente también los valoraríais positivamente en Luzazul.
En general, me parece un libro muy elaborado y cuidado hasta el más mínimo detalle. Tiene muchas pinceladas en las que vale la pena fijarse, como la canción de Pêi (muy simpática), las palabras que se reescriben o se leen en ambos sentidos, los retazos inspirados en cuentos clásicos (el espejo de la bruja de Blancanieves, el pelo de Rapunzel...), etc. Y al final todo encaja, como un rompecabezas. El enigma parecía imposible de resolver pero en el desenlace se nos muestra realmente sencillo, tal y como se prevé en el propio libro. Valoro especialmente que la novela vaya más allá de la narración de una historia y trate muchos temas de fondo; por eso mismo pienso que tiene muchas lecturas y puede gustar a lectores de todas las edades.
Todo esto, narrado de una forma amena y sencilla. El ritmo narrativo es más pausado que trepidante; no obstante, en este caso no lo considero un inconveniente porque dada la temática del libro conviene prestar atención a todos los detalles y en una narración frenética eso sería difícil. Las partes relativas al pasado se me han hecho un poco pesadas, pero a medida que avanzaba y comprendía la situación me atraparon más.
Lo que no me ha gustado
Digamos que el libro, en lo bueno, es excepcionalmente bueno. Todo lo que he comentado sobre los mutantes y el contenido me parece de matrícula de honor; no me extraña que ganara el Premio Jóvenes Lectores porque son aspectos que llaman la atención y además están bien tratados. Sin embargo, no todo podía ser perfecto y hay algunos puntos que no me han convencido.El primero de ellos, la protagonista. Iris no me ha caído nada bien, la encuentro demasiado sosa y distante para llevar todo el peso de la historia encima. Sé que su personalidad en parte se justifica por la educación científica que ha recibido, pero aun así no me ha gustado su elección como personaje principal. En las escenas de Iris y otra persona, toda la fuerza la lleva el otro, tanto si es un chico del clan o un ser de los que pululan por ahí. En la recta final, cuando hace gala de su inteligencia al interpretar los hechos, no me la he creído: demasiado correcta, demasiado lista, demasiado fría… demasiado poco cercana al lector. En cierto modo, la he visto más como un mero hilo conductor (necesario para conectar a los mutantes con la misión) que como personaje en sí, aunque suene raro.
Otro aspecto que no me ha convencido es la parte amorosa (y pongo amorosa en cursiva porque es un tema tan, tan secundario que no debéis tenerlo en cuenta a la hora de decidir leer el libro o no). No me voy a explayar para no desvelar nada, así que simplemente diré que no me gusta lo precoz (tampoco me lo creo, me resulta mucho más natural que la gente se conozca poco a poco) y no era necesario añadir esas pinceladas sentimentales porque la historia ya estaba bien sin ellas.
Por último, a pesar de que todo el universo recreado me parece magnífico, creo que está poco aprovechado. En algunos momentos he tenido la sensación de que hay mucho planteamiento y poca chicha, por decirlo de alguna manera. Tal vez me habría gustado que hubiera más escenas de acción y peligro, en el Noveno o en otra parte, porque con todo lo planteado había infinitas posibilidades de dar juego.
Conclusión
No me gustaría que vuestra imagen del libro quedara manchada por lo que he dicho en el apartado anterior. Ante todo, Luzazul me parece una novela con grandes atractivos que vale la pena descubrir. Guardo un gran recuerdo de Pêi, Nawja y el resto de mutantes, personajes especiales donde los haya: mientras duró la lectura me sumergí en sus vidas y me encantó todo lo que me hicieron sentir. Por lo demás, la historia está muy bien construida y me parece digno de mención el esfuerzo de la autora para lograr que todo encaje, desde el hilo principal hasta el detalle más insignificante en apariencia. Creo que puede gustaros mucho si disfrutáis de las historias de ciencia ficción con enjundia, capaces de hacer pensar al lector y aportar algo más que entretenimiento. Si creéis que cumplís estos requisitos, no tengáis prejuicios por la catalogación de la novela como juvenil: Luzazul tiene un trasfondo tan valioso que puede llegar a lectores de todas las edades.Os dejo con el tráiler del libro:
Mi valoración: 7/10