Inclasificable
María Isabel Lago Pagliery, 79 años, es un bello ejemplo de esas madres y abuelas que se desviven por facilitarnos la vida. Que siempre sonríen y están ahí. Que pacifican con su mirada y templan con su eficacia. Que sufren hacia dentro e iluminan hacia fuera. Esas madres y abuelas sutiles que irradian felicidad, ternura y respeto. Que todo lo dan a cambio de nada. Que exprimen y agotan sus corazones por el bienestar de los demás. Que se ganan el Cielo cada minuto. Esas madres y abuelas que cuando nos dejan nunca olvidaremos, porque su infinita bondad las hace eternas, únicas e irrepetibles.
Madre, ahora sí. Descansa en paz.