El origen del Macaron es un poco confuso, muchos defienden que fue inventado en Italia en el siglo VIII para posteriormente llevar la receta a Francia, pero es obvio que esta no será la versión que oiréis contar a un francés. Y es que el Macaron francés es el dulce parisino por excelencia, una confección de alta repostería, compuesta por harina de almendra y azúcar, que en su centro atesora un relleno con sofisticados sabores.
Son muchas las pastelerías que en Paris podréis encontrar con estos dulces tan típicos, pero sin duda, las más conocidas son: Ladureé, Pierre Hermé y Paul boulangerie, y de esta última son mis Macarons, a los que les he hecho unas cuantas fotos antes de devorarlos.
La verdad que no es solo la apariencia que tiene, ya que no te puede pasar por ninguna pastelería parisina sin no poder mirarlos, pero también tengo que deciros que su sabor también es maravilloso.
Yo me muero por volver a comerlos. Y vosotr@s ¿Los habéis probado? Introduce tu mail y enterate de todo lo que pasa en Nueva York, Londres y París: