Los medios informativos progresistas presentan a las mujeres de su ideología como personas excepcionales, aunque sean nulidades profesionales, mientras denigran con machismo hiriente y despectivo a las mujeres brillantes de otra ideología.
Acaba de demostrarse nuevamente tras la inclusión de la profesora, politóloga, periodista y escritora vasca Edurne Uriarte como comentarista en “Los desayunos de TVE”.
Catedrática de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, en 2000, cuando tenía 40, salvó la vida porque falló una bomba que le puso ETA cuando iba a dar clase en Lejona, en la Universidad del País Vasco.
Ya colaboraba con TVE a principios de 2004, pero cuando Zapatero llegó al poder la expulsaron y pusieron como tertulianos, entre otros, al director de Interviú, semanario feminista que dignifica en portada a mujeres desnudas popularizadas en Gran Hermano y similares.
Miembro de la Ejecutiva del PSE-PSOE, Uriarte era cofundadora del Foro de Ermua tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, pero la tibieza paulatina de su partido con el nazismo abertzale fue alejándola y acercándola al PP, que mantenía una postura antiterrorista más convincente.
Así se hizo disidente, y como respuesta sus excompañeros atentan moralmente contra ella para matarla cívicamente cada vez que tienen ocasión.
Estos días los titulares de su colaboración con TVE en El País, El Periódico, La Vanguardia, El Plural y hasta el Mundo fueron de una inaudita malignidad: “TVE ficha a la mujer del ministro de Cultura”.
Su marido, hasta su aparición en enero, era un sociólogo mucho menos conocido y con menos publicaciones que la catedrática.
Estas bombas del terrorismo del pensamiento quieren matar civilmente y demuestran la bajeza y el trasfondo machista del llamado progresismo.
La temen: Uriarte es una brillante polemista sobre política general,sobre el feminazismo (autora de “Mujeres y política: análisis y práctica”, y “Contra el feminismo”), y sobre las cavernas del pensamiento bobo, pero egoísta y aprovechado, en “Desmontando el progresismo”.
Comparando Uriarte con especímenes modelo Interviú o Aído y Pajín, se observa la degradante involución darwiniana del progresismo en una década.
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SALAS
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Elespiadigital.com publica hoy un documento que es "algo más que una curiosidad histórica":
La Declaración del Estado de Guerra del 6 de octubre de 1934 sancionado por el Presidente del Consejo de Ministros, Alejandro Lerroux Garcíaa a raíz de que el Presidente de la Generalidad, Lluís Companys, proclamará el “Estat Catalá”.
La orden gubernamental se produjo en plena II República Española, bajo la bandera que reivindican con creciente asiduidad los manifestantes de izquierda de toda España.
Conviene leer el informe y el Decreto del Consejo de Ministros de la República, aunque no sea más que como curiosidad histórica.