Para quien llegue a esta entrada y desconozca la huella del artista palentino Victorio Macho, diremos que es uno de los primeros maestros de la escultura contemporánea española.
Lo recuerda en un extenso artículo para el Diario Palentino, Benito Iglesias, redactor que anduvo al cuidado de la publicación de mis artículos hace unos años en el citado medio. Es palpable la injusticia que se comete y se repite sobre artistas de la talla de Victorio Macho. Varias décadas después de su muerte, se ha descubierto en el país andino una pequeña parte de la obra inédita de nuestro escultor. Se trata de 6 piezas de gran formato abandonadas desde 1952 y fuera de exhibición pública en un almacén de la denominada Colección de Arte Histórico, que pertenece al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia de Perú. Indagando, con apoyo de varios responsables del museo, el periodista se entera del trabajo desarrollado allí por el escultor palentino entre 1940 y 1952, casado con la limeña Zoila Barros y con la que se trajo a España en un barco más de 15 toneladas de esculturas que hoy pueden admirarse en la casa museo de Roca Tarpeya, de Toledo. La Agencia castellana Ical, desde donde firma ahora mi amigo Benito, tuvo acceso a un documento escrito y gráfico, inédito en España, sobre el depósito artístico de este autor castellano. Victorio se las dona en agradecimiento a la República de Perú.
Legado peruano
- Dos frisos en relieve del monumento al almirante Grau de Lima.
- Una maqueta del busto y otra del monumento al caballo de Bolívar.
- Otra escultura que, a decir de los expertos, puede representar el espíritu de Simón Bolivar.
- Maqueta de la tumba de los padres y la esposa del libertador.
Este hallazgo ha motivado una serie de contactos encaminados a restaurar y exponer tan importante legado, propiciando incluso un hermanamiento cultural entre Lima y Palencia al cumplirse pronto el 50 aniversario de su muerte.
Obra cumbre
La obra cumbre del escultor es el Cristo del Otero. Se trata de una de las estatuas de Jesucristo más altas del mundo. A sus pies hay excavada una ermita (llamada ermita de Santa María del Otero) y un pequeño museo donde se encuentran los proyectos de su autor, responsable de grandes obras como el monumento a Benito Pérez Galdós y a Ramón y Cajal, ambos en el Parque de El Retiro en Madrid o la fuente en honor a Concha Espina, en Santander.
Victorio Macho nació en Palencia en 1887. Sus padres le matriculan en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Santander, donde aprende a esculpir. En 1903, con 16 años se traslada a Madrid continuando sus estudios en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Consigue la fama con un monumento a Galdós. Es un consagrado desde su exposición en el Museo de Arte Moderno de 1921. Sale de España durante la dictadura de Primo de Rivera y se instala en Hendaya; esculpe a Unamuno y a Ramón y Cajal. En 1936 fue nombrado académico de Bellas Artes de San Fernando. Sale de Madrid al estallar la Guerra Civil, junto al Gobierno de la República a Valencia. El desenlace de la guerra civil lo llevó al exilio en Francia, Rusia, y finalmente a América.
Para saber más
Victorio Macho en la Wikipedia
Imagen de VM vista en Revista Ibérica
Descubiertas en Perú seis obras inéditas de Victorio Macho, Diario Palentino