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Se puede decir más alto pero no más americano: ”I don’t want to go for the way of Spain, I want to go for the route to create employments in this country”. O lo que viene a ser lo mismo: “Yo no quiero ir por el camino de España, quiero ir por la vía de crear empleos en este país”. Esas han sido las palabras que más nos pueden interesar del primer debate que mantuvieron los dos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos. El protagonista de las mismas, Mitt Romney en su exposición ante Barack Obama.
Pero no es lo único que ha dicho sobre nuestro país Romney ya que además ha aseverado que “España gasta el 42 por ciento de su economía en gastos gubernamentales“. Y como es lógico, estas palabras han sembrado un profundo malestar en el Gobierno Español siendo el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, quien ha considerado “muy desafortunado” que el candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, hable sobre España “sin conocer la realidad” de este país.
¿Pero cuál es la realidad que desconoce Romney y de la que habla García-Margallo? ¿La realidad de las imparables tasas de desempleo? ¿Las medidas estructurales del Ejecutivo que recortan en servicios sociales, sanidad o cultura? ¿O el gran paso dado por el sector político al quitarse la paga de Navidad después de la queja general del funcionariado tras imponer la medida sin aplicársela ellos? La realidad es que España no es un ejemplo a seguir le guste o no a los que están o los que estuvieron, porque es así.
Aunque si somos objetivos, hay que darle algo de razón a García-Margallo al asegurar que Romney desconoce la realidad de España porque seguro que Romney no sabe que tenemos corridas de toros en horario infantil, una cadena de televisión pública con carácter privado y corrupción para dar y regalar. O quizá lo que realmente haya molestado en el seno gubernamental es que el candidato norteamericano haya desvelado ese desmesurada cifra del 42% en gastos gubernamentales. A saber si ese dato incluye coches oficiales, teléfonos móviles o dietas.
Por palabras como las de Romney podemos saber la imagen que tienen de nuestro país en el exterior. Nosotros que nos reímos del patriotismo americano, del amor a su bandera o de su himno somos el hazmerreír de medio mundo; y gracias a aquellos que han estado y los que ahora están y que seguirán hundiendo a este país con un futuro rescate. Un país que podía haber sido una gran nación y que se ha quedado relegado a un mal ejemplo en una campaña política externa. Por eso termino con una frase más que acertada, la de Indira Gandhi al asegurar que “La fuerza de una nación, depende en última instancia de lo que puede hacer por su cuenta, y no de lo que puede pedir prestado. “
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…