“Las prisas para los ladrones y los malos toreros”, en el toro, en la vida en general, la paciencia es una virtud. La carrera de Juan Ortega está avanzando sin prisa pero con paso firme.
Hace poco más de un año debutaba con los de “el castoreño” en plaza y feria importante,Córdoba. Ya en su primer año pisó plazas de compromiso como Málaga o Almería.
Esta temporada un pasito más Granada, Valencia, de nuevo Córdoba y Málaga, que le repitan es buena señal. Principalmente dos hechos fundamentales, presentación en Sevilla en día grande, corrida del Corpus, y Madrid.
Hay días claves que marcan una vida, días que en el momento de la carrera de Juan si salen bien no son más que una anécdota, un paso adelante más, si salen mal es difícil levantar cabeza, en esto el tren solo pasa una vez.
Para ser figura del toreo no basta “solo” con saber torear,hay muy buenos toreros que no han llegado a nada. Una figura lo es por carácter,por entrega y amor propio. Pase lo que pase una figura no falla cuando toca arrear, en la vida hay días de "cara o cruz" y en esos un error no se perdona, en esos días no se puede fallar.
El pasado día 15 Juan Ortega demostró para lo que ha venido,presentación en Las Ventas y con las cámaras de TV. Tenía claro el chaval que era un día en el que no cabían las “medias tintas”, ni una cornada le impidió seguir en la plaza para dar un pasito más, pagó con sangre pero lo consiguió, este domingo repite de nuevo en la primera plaza del mundo.
Un triunfo le abriría las puertas al otoño venteño, a Nimesen Feria importante dentro de un abono con José Tomás y a empezar temporada enFallas. No sabemos lo que pasará, pero Juan no ha venido a esto para estar, ¡ha venido para triunfar!