Con el tiempo nuestro muebles van perdiendo su lustre y quedan totalmente deslucidos de lo que realmente fueron en sus inicios, para recuperar su lustre podemos hacer lo siguiente; batimos claras de huevo a punto de nieve y añadimos a estas unas gotas de amoniaco. Una vez tengamos la mezcla hecha la aplicamos sobre el mueble o zona del mueble que lo requiera y frotamos con un paño suave para pulirlo, de esta manera podrás recuperar el brillo que un día tuvo ese mueble.