INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES.
Como verán, hoy inauguramos una nueva estructura de blog, más clara y espero que más agradable para su lectura; ahora lo verán. De lo masivo a lo masivo y tiro porque me toca. Si el otro
día hablamos de U2 y su disco masivo, hoy haremos lo propio con Madonna, aunque
en el caso de la reina del pop no se tiene claro cuál de sus 2 discos con la
fórmula “Like A…” en su título es más exitoso, si este que nos ocupa o el “Like A Virgin” de 1985 que analizamos hace ya la torta de tiempo por aquí.
Supongo que lo de seguir moviéndonos en lo masivo estribará
en nuestra participación en la VII Edición
de los Premios 20Blogs. Les recordamos que ustedes también pueden votarnos, si
creen que este blog lo merece, y para ello lo pueden hacer yendo al siguiente
link: http://lablogoteca.20minutos.es/discos-musica-y-reflexiones-1578/0/.
Eso sí, previamente han de registrarse como usuarios en http://www.20minutos.es, lo cual les
llevará como mucho un par de minutos. Cada voto cuenta, y mucho, por lo que
cualquier acción por su parte será muy agradecida. Nos estamos moviendo en la
horquilla del 3 al 6º lugar, y convendría clasificar entre los 5 primeros más
votados para que el jurado quizás nos incluya como finalista de nuestra
categoría.
Bueno, dejando lo del concurso de lado, ya que el que quiera
ayudarnos que lo haga y el que no pues nada, metámonos en la música en sí.
Madonna a finales de los 80 era ya una estrella masiva y consolidada. Ya había
editado 3 discos, con el hito que supuso en sí el ya mencionado “Like A
Virgin”, aunque su debut y el “True Blue” para nada desmerecieron. La Ciccone había metido
también las narices en el cine y hasta se había casado con un desnortado (en
aquella época) Sean Penn, cosa que duró más bien poco.
En mitad de esa vorágine y espiral mediática y de éxito, era
normal que a nada que el siguiente disco de Madonna fuera medio-bueno, el
resultado fuera un triunfo descomunal. Y el caso es que “Like A Prayer” es un
buen lp, el cual dispuso de al menos 3 singles muy resultones, suponiendo todo
ello ingredientes para una fórmula de éxito seguro. Además, su estrategia de
marketing fue muy medida, ya que la mejor canción (la que le da el título) fue
el primer single y para su promoción se grabó un videoclip muy efectista a la
par que con sus gotitas de escándalo incluidas en el pack. Veamos lo que
Madonna nos ofrecía en su 4º disco de estudio.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Like a prayer”: Con unos lejanos rasgueos de guitarra
eléctrica se abre fuego. Es un calentamiento para entrar de la mano de la voz
de Madonna que, casi a capella, solamente apoyada en un halo casi celestial de
coros y teclados, comienza con esa frase “la
vida es un misterio…”. Luego, tras un breve parón, se meten las bases para
abordar la primera sección de esta canción, que da título al disco, y sin duda
es la mejor del álbum. Los coros gospel, los subidones de intensidad, y sobre
todo verlo acompañado de las imágenes del videoclip, es una de las mejores
experiencias audiovisuales conseguidas en la historia de la música (¡cómo me
gusta ponerme categórico de cuando en cuando! ¿Eh?). Y es que ver a Madonna en
una colina, de noche, con el color natural de su pelo y su cabellera larga y
rizada, con un vestido que no le quedaba nada mal, y de fondo esas cruces
ardiendo, cuanto menos es efectista. Además, en ese tramo descrito, el subidón
emocional de la melodía es muy intenso. El videoclip narra la historia del
supuesto novio de Madonna, de raza negra, al cual arrestan acusado de violación/asesinato,
y al que alegorizan en plan como si fuera un Cristo negro. Finalmente el video
termina con Madonna pagando la fianza en comisaría y con el reparto del
videoclip dando las gracias, cual obra de teatro, y bailoteando a la par que
baja el telón. Fabulosa canción pop, enérgica, que mezcla elementos del gospel
que están perfectamente insertados, ofrece tramos a capella y sobre todo
pasajes de una intensidad descomunal. Déjense de remixes u otras ediciones
(como por ejemplo el que consta en “The Inmaculate Collection”, recopilatorio
de la 1ª etapa de Madonna), la mejor versión es la que está en este lp y la que
pueden escuchar en el histórico videoclip, que en una encuesta del año 1999 de
la cadena Vh1, le ponían en el 2º lugar de los mejores videoclips de la
historia, tan solo por detrás del inevitable “Thriller” de Michael Jackson. Un
2º lugar muy justo, opino. ¡Uf! Esto ha dado casi para un post individual,
pasemos a la 2ª canción.
2. “Express yourself”: Hay que quitar hierro, tras tanta
intensidad, y ahora llega un tema movido y fiestero sin más. No obstante, en
repercusión, “Express yourself” fue el 2º pico de éxito individualizado del
álbum. Aquí se buscó recrear la estética de la película “Metropolis” en el
videoclip. Esta canción, muy saltarina en sus bases y fresca, se puso
nuevamente de moda gracias a Lady Gaga, que sacó su tema “Born this way”, en el
que hay más que semejanzas evidentes entre el tema de la Germanotta y el de la Ciconne; estas
italoamericanas… ¡Ay! No es particularmente la canción que más me gusta del
disco. Es algo estridente bajo mi punto de vista, pero el caso es que funcionó
y de hecho Madonna no suele perdonarla en los set list de sus giras.
3. “Love song”???: Llega hora una pieza muy heredera del
sonido Prince, otro triunfador de aquellos días, la 2ª mitad de los 80,
sincopada en sus bases, y llena de matices interesantes. Queda bastante bien la
esquelética base instrumental con esos coros desordenados que acompañan a
Madonna, que se pregunta una y otra vez “¿estás
haciéndome perder el tiempo?”. Exótica pieza, y aunque de primeras puede
descuadrar, con el paso del tiempo termina enganchando lo justo.
4. “Till death do us apart”: La 4ª canción del disco es uno
de los ejemplos de pop más claro en el sentido medio del género. Una
composición acelerada, movidita, alegre, necesaria para aportar un sentido
desenfadado al disco, pero alejado del exceso de fanfarria que tenía “Express
yourself”. Quizás sea algo repetitiva, pero resulta agradable y llevadera, por
sus teclados, sintetizadores y bases tan saltarinas.
5. “Promise to try”: “Promise to try” es una balada de corte
clásico, desarrollada sobre todo sobre notas de piano, siendo la pista más
íntima de lo que llevamos de “Like A Prayer”. Sirve para cerrar la cara “a” de
forma acertada, con una composición bonita, donde Madonna ha de mostrar más su
valía como vocalista.
6. “Cherish”: Quizás de primeras no me gustó mucho
“Cherish”, pero he de reconocerles que con el paso de los años esta canción
cálida y veraniega (a cuya percepción ayuda inestimablemente su videoclip tan
playero) me ha ido calando. Es una composición pop, sencillita, sin muchas
pretensiones, pero que destaca por su luminosidad y optimismo. Fue single y
junto a “Like a prayer” y “Express yourself” lo que más se recuerda del disco a
nivel individualizado.
7. “Dear Jessie”: También fue single “Dear Jessie”,
siguiente canción que nos encontramos, y se valió de un videoclip de animación.
Esta pieza, que se sitúa a mitad de camino entre una nana y una canción propia
de la banda sonora de una película de Disney, destacando los arreglos de viento
y sintetizadores fantasiosos en su estructura instrumental, hay que reconocer
que no está mal y sin duda es un ítem extraño dentro del álbum, pero que queda
correctamente insertado. Como podemos ver, el disco ha comenzado su cara “b” de
la misma forma que en la cara “a”, es decir, con 2 singles consecutivos para
abrir boca.
8. “Oh father”: Siguiendo la estela de las cuerdas finales
de “Dear Jessie”, se engarza con la pieza más solemne del disco. Arreglos
clásicos dispuestos para otra balada, de esas de relumbrón y subidones de
intensidad. A Madonna no le quedan mal estos momentos. Hay que reconocer que
cuando pone en marcha su registro más grave y profundo para estos tiempos
lentos, muestra quizás su mejor perfil como cantante.
9. “Keep it together”: Como si de una hermana menor de “Into
the groove” se tratase, pero menos frenética y excelsa, se nos inserta en este
tramo final “Keep it together”. Quizás sus sonidos sean poco atemporales, pero
eso no quiere decir que personalmente me gusten sus ritmos y melodías y me
parezca uno de los mejores ejercicios pop del disco en sentido estricto, sin
estridencias y excesos que no vengan a cuento.
10. “Spanish eyes”: En el título de “Spanish eyes” se puede
encontrar la lógica de que en este composición de incluyan esos sonidos de
castañuelas. Es una balada correcta, la 3ª de la obra, que de no ser por el
epílogo experimental que incluye el disco, finalizaría el disco igualmente que
terminó la cara “a”, es decir, con una pieza íntima. No sería la última vez que
Madonna facturara canciones de esta textura, y en los años 90 se verían otros
ejemplos como aquel “You’ll see”.
11. “Act of contrition”: Se cierra “Like A Prayer” con una rareza
derivada de poner al revés buscando mensajes satánicos los coros gospel de la
canción título. Madonna nos suelta una perorata que ahora no me voy a ponerme a
trascribirles aquí, finalizando con un exabrupto. Quizás se hubiera terminado
de forma más redonda con “Spanish eyes”, pero el caso es que se prefirió meter
esta cosa rara como capítulo final, lo cual le confiere un sentido de final
abierto.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Este “Like A Prayer” fue uno de los discos de más éxito del
año 1989; de hecho puede que fuera directamente el que más tuviera. A ello le
ayudó que Madonna se embarcó con lógica en una descomunal gira mundial, con
título muy ambicioso “The Blonde Ambition Tour”, del cual también quedó su
imagen en la memoria colectiva, con la cantante llevando esos sujetadores
picudos.
La provocación iba asociada a Madonna en aquellos días.
Véanse los detalles estilísticos comentados de su tour, el libro de fotografías
titulado “Sex” que también sacó por ahí, y los siguientes pasos discográficos
de la artista, con ejemplos de escándalo como el video de “Justify my love” y
titulando a discos “Erotica”.
Lo que pasó es que a partir de “Like A Prayer” Madonna entró
en un cierto retroceso durante las 3 primeras cuartas partes de la década de
los 90, y no sería hasta “Ray Of Light” cuando remontó el vuelo y se volvió a
poner en boca de todos durante un tiempo, hasta que nuevamente patinara con
“American Life” y otra vez, unos años más tarde, con sampleado descarado
incluido de ABBA, subiera enteros con “Confessions On The Dance Floor” (siempre
me ha dado cierta cosa este título; no sé por qué).
En todo caso, y a pesar de sus resurgimientos de sus cenizas
cuál ave fénix y sus reinvenciones, Madonna creo que no ha llegado jamás al
nivel masivo que tuvo en el esplendor de su treintena de la mano de este “Like
A Prayer”, de portada sugerente, mostrando la cadera de Madonna, su estilismo
y, evidentemente, todo lo que rodea a esa zona. Han podido comprobar que en sí
es un buen disco, y más allá de todo lo que rodeaba a la cantante, el lp es
digno.
Hoy a las 16.00h tendrá lugar el último debate en directo
hasta después de las navidades. Serán Eurythmics y su “Revenge” los
protagonistas en RUAH. Eso sí, el miércoles 26 les tenemos preparado un programa muy
importante, del que daremos cuenta en los próximos días. De momento no les
podemos decir más. Ese programa será lo que podrán escuchar aparte del día 26
el resto de días de emisión hasta el sábado 12 de enero que regresaremos con un
nuevo programa en directo. Y por último, el programa sobre Genesis y “Duke” lo
subiremos en los próximos días.