El intenso, desgarrador y nominado al Oscar cortometraje dirigido por Rodrigo Sorogoyen, que podéis ver al principio de esta película de título homónimo, sirve como detonante para una nueva historia situada diez años después, donde no se exploran los porqués de los hechos sucedidos, sino las consecuencias emocionales de la progenitora. Es un viaje a la tristeza y el desazón en estado puro, con comportamientos que rozan lo truculento y realmente difíciles de entender. Quizás el problema, pese a la devastadora interpretación de Marta Nieto y a una puesta en escena impoluta, son las expectativas de buscar algo que no vas a encontrar, y que tampoco pretenden que encontremos, para finalmente toparnos con otra cosa totalmente diferente que se hace bastante cuesta arriba.
Mi puntuación: 5/10