Ser madre a cualquier edad es una decisión personal, en efecto involucra a otras personas como al padre por ejemplo, sin embargo, es una decisión de la mujer, es el momento personal el que te lleva a tomar las riendas de algo tan importante como concebir un hijo.
Ahora bien, ser madre a los 40, pareciera algo más, como si de lanzarse a un precipicio se tratara. Una de las cosas más difíciles de una decisión así ha sido la de superar el prejuicio de la edad.
Muchos fueron los comentarios duros de escuchar como por ejemplo: “ya no vas a tener un hijo vas a tener un nieto”, “vas a estar muy cansada para criar”, “como se te ocurre criar de nuevo”, una vez superado esto con argumentos válidos y otros tan irracionales como “porque me da la gana” viene entonces la etapa de los miedos.
Miedos que quizás a los 20 o 30 ni te planteas, cosas como; ¿será que mi cuerpo responderá bien al embarazo? y ¿si me pasa algo?, ¿si me enfermo que será de este muchachito?, será un niño sano? y entonces en la parte más escondida de nuestro subconsciente nos preguntamos ¿de verdad tendré energía suficiente para lidiar con él y sus necesidades y volver a empezar? ¿Es necesario tener otro hijo? Ya tengo una y tiene 12 años y prácticamente se cuida sola… Pues les confieso que fue difícil, aunque en alguna parte de mi seguían existiendo razones y la cantidad suficiente de argumentos que me indicaban que tener otro hijo a pesar de la edad que tenía era lo que debía hacer.
Quiero tener un hijo ¿por donde empiezo?
Ya en este punto pues nada, el primer paso era dejar de tomar anticonceptivos y menstruación tras menstruación te das cuenta que ciertamente ya la cosa no es tan fácil como te lo planteaste, te embarga la frustración, vuelven los miedos, y comienzas a poner en tela de juicio la decisión “ya no es el momento”, “espere mucho”, “ya no se va a dar” y te quedan tres opciones la primera desistir (esa no fue la mía),la segunda buscar ayuda y ponerse en algún tipo de tratamiento (afortunadamente no fue necesario llegar a ella) y por último y como tercera opción pues seguir intentándolo y así lo hicimos sin ahondar en detalles, los conejos son animales muy sabios…
Listo, paso lo que tenía que pasar, un día por esas cosas de la naturaleza mi café mañanero fue devuelto por completo al fregadero, intercambiamos miradas de complicidad una sonrisa en la cara de mi esposo y con una ceja levantada lanzóa el veredicto… “Tu como que estas embarazada”…
Efectivamente era mi tercer embarazo y aunque el primero fué a los 25 años y terminó en un aborto (esta es otra historia) , del segundo me acordaba como si hubiera sido ayer y el primer síntoma infalible para mí los vómitos y el desprecio por mi vicio más preciado el café.
Con todos los miedos metidos bajo el brazo me fui al médico, un embarazo completamente normal, un bebe a término simplemente perfecto, muchos miedos superados y muchas reflexiones para compartir.
Pienso que para ser madre solo se requieren las ganas no importa la edad.
Por otra parte les cuento que la energía sale del alma de ver sus ojos y sus manos que te buscan, es una energía única que te da fuerzas a diario para correr, jugar, besar y abrazar las 24 horas del día.
Los 40 sirven y mucho, la experiencia de tener hijos a esta edad es completamente diferente, quizás por un tema de madurez, a esta edad tienes más paciencia, a esta edad comprendes mejor sus tiempos, a esta edad ser madre con 40 años, si los temidos 40, entiendes que los niños pasan por etapas no que son malcriados, a esta edad comprendes que quien te mira en la calle porque el niño hizo un berrinche no lo hace para juzgarte sino porque no sabe cómo ayudarte, a esta edad sabes que lo más importante es la familia y no el trabajo, a esta edad quedaron atrás cosas como la realización profesional y personal entiendes que las metas planteadas ya las lograste, eres otra persona con otros objetivos y quizás profesionalmente ya eres como un betamax (algo que fue útil en su momento y ahora es una antigüedad) y sin embargo tienes tanta fuerza interior y sabes que aun tienes tanto por dar que no te frena nadie y allí, ante ti, tienes un nuevo reto, una nueva oportunidad, una nueva razón para ser simplemente feliz, a pesar de ser madre a los 40!!
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