Primero llega el puente de la Constitución, que aunque este año es cortito cuando queramos darnos cuenta nos plantamos a mitad de mes. Después llegan compromisos varios, cafés con esas amigas o grupos a los que siempre se les ocurre quedar en estas fechas tan entrañables. Por supuesto no podemos olvidarnos de las comidas/cenas de empresas. Y, seamos honestos, llegados a este punto y edad tras una comida/cena de empresa hay que reponerse de jaquecas/resacas/falta de sueño. Que una ya no es tan joven como antes y una copilla de ná o dormir unas horas de menos o la combinación de ambas cosas deja secuelas.
Y entre que te repones y comienzas a organizar el Plan Papá Noel y el Plan Reyes Magos, casi sin darte cuenta te juntas con el Plan qué y dónde cenamos en Nochebuena y con el Plan No pienso aguantar ni una a tu madre (llamada también suegra). Un estrés vamos. Sigue leyendo.