Madres Cavernícolas IV – Amor por la Prehistoria

Hoy os voy a hablar de mi amor por la Prehistoria.  ¿Os había dicho ya que soy Licenciada en Historia del Arte?  Me titulé en una carrera bonita, agradable, pero poco aplicable a nivel profesional.  Nada más introducirme en el mundo laboral seguí otros derroteros.

Para lo que sí me ha servido la carrera es para el blog.  Los trabajos y exámenes consistían en coger un tema y desarrollarlo.  Así que donde antes analizaba El Grito de Munch ahora diserto sobre El Berreo de mis Hijos.  Otro punto en común es que en ambos casos he ”trabajado por amor al arte”.

Muy probablemente soy la peor historiadora del arte del mundo.  En museos y exposiciones he tenido que pasar por situaciones realmente embarazosas.   Demasiados son los casos en los que mis acompañantes me señalaban una escultura abstracta y me preguntaban por su significado.  Y demasiadas son las veces en las que o bien ponía cara de póker o bien ofrecía una explicación totalmente inventada.  Eso sí, les aclaraba sinceramente que mi visión era personal e igual de válida a la que podían tener ellos, que en teoría no entendían ni papa sobre arte.

Sin embargo, las asignaturas sobre las sociedades paleo-cristianas sí que me marcaron sobremanera.  Es por esto que inicié la sección Madres Cavernícolas, porque me encanta el estudio de las civilizaciones antiguas.  Como hobby, claro está.

Admiro a estos héroes que anduvieron por un mundo en el que sobrevivir era mucho más difícil.  Tuvieron que superar frío y escasez diarios y con todo, evolucionaron tanto a nivel social como tecnológico.  Bajo crudas condiciones criaron a sus hijos, celebraron sus ritos, compusieron sus canciones y sentaron las bases de la medicina moderna.  Por poner un ejemplo, cada baya venenosa  que se engulló en el pasado, ha significado una indigestión menos para los que habitamos en el presente.  Esta gente daba pasos de gigante.

Gran parte de las comodidades y conocimiento de los que gozamos ahora se lo debemos a ellos.  Por esta razón, he decidido dedicarles un homenaje en el blog de listas por excelencia Unadocenade.com.  Aquí tenéis mi colaboración: Una docena de comodidades en la Edad de Piedra.

¡Espero que os guste!

Si queréis leer más posts sobre las Madres Cavernícolas, os los dejo a continuación:

Madres Cavernícolas (I) – Nueva sección

Madres Cavernícolas (II) – Guardería de ayer y hoy

Madres Cavernícolas (III) – Ducharse con agua fría

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