Revista Diario
Todos sabemos que existen dos corrientes con respecto a la lactancia materna, los que la apoyan y promueven y reconocen que es la mejor opción y los que reniegan de ella y no amamantan a sus bebés.
Pero dentro de esas dos corrientes también hay extremos, y al igual que existen demasiadas personas que con descaro no solo reniegan de la lactancia materna sino que se dedican a boicotear todo movimiento pro-lactancia e intentan desmontar cualquier comentario a favor de la leche materna, (menos mal que les faltan argumentos y los que tienen se caen por su propio peso), existen también personas que defienden casi a muerte la lactancia materna, criticando y condenando a toda madre que por multitud de motivos no ha dado el pecho a sus hijos o han tenido que abandonar la lactancia.
Como sabéis, los extremos nunca son buenos y en este caso tampoco lo son, nada es blanco ni negro, hay muchas más opciones.
Está claro que desde este blog se promueve y apoya la lactancia materna, que pienso que esta es la mejor opción tanto para nosotras como para nuestros bebés, pero de ahí a pensar que toda la que no da el pecho es mala madre hay un mundo y por eso he querido escribir este post.
No es raro ver cómo cientos de madres que dan el biberón a sus hijos en vez del pecho por multitud de motivos se sientan atacadas y perseguidas por muchos.
Como asesora de lactancia y como mamá que frecuenta foros y grupos sobre lactancia me he encontrado con montones de casos distintos y para todos los gustos, incluidos esos dos extremos, por eso sé que hay muchas ocasiones, demasiadas diría yo, en las que la madre se ve “obligada” a abandonar la lactancia materna o a complementarla con la artificial por diversos motivos, la mayoría de ellos motivados por la presión social que existe en contra de la lactancia materna o a favor de la fórmula, por la falta de información y formación adecuada de esas madres y por la falta de apoyo por parte de su entorno más cercano.
También existen muchos casos en los que las madres han comenzado la lactancia con toda su ilusión y ganas y se han encontrado con que no todo es tan bonito como lo pintan y la lactancia al principio puede ser difícil, pero nadie les ha informado al respecto, sufren dolores, sienten inseguridad y encima soportan incesantes “consejos” que le dicen que no está alimentando a su hijo y que le de biberón, es normal que acaben por dejarlo. Hay madres que lo han intentado todo por seguir con la lactancia y que al final, debido a esa falta de apoyo han tenido que abandonar o recurrir a la lactancia mixta.
Otro buen número de mujeres han tenido que someterse a algún tratamiento médico agresivo que no le ha permitido seguir con la lactancia, otras han sido aconsejadas e incluso obligadas a abandonar la lactancia por parte de sus médicos que le han recetado medicamentos supuestamente incompatibles con la lactancia.
Otras madres, simplemente, no se sienten bien dando el pecho. La lactancia tiene que ser placentera, tienes que sentirte bien amamantando a tu hijo (dejando a un lado las molestias del principio), si esa madre comienza la lactancia y no se siente cómoda dando el pecho, si el hecho de amamantar a su hijo se le torna desagradable por el motivo que sea, ¿cómo va a seguir con la lactancia?, es mucho mejor para su salud emocional y psicológica y para su propio bebé que la abandone y se pase al biberón, ¿no creéis?, la lactancia jamás debe de ser una obligación, perdería todo su sentido.
Y esas madres que mantienen una lactancia feliz pero que confían en el buen criterio de ese pediatra que les dice que su leche no alimenta y que debe pasarle a la leche de fórmula, ellas hacen lo que piensan, es lo mejor para sus hijos, porque si lo dice un señor que es doctor en pediatría por algo será….o al menos eso se piensa.
¿Pensáis realmente que esas madres se merecen que las ataquen, que las persigan como si de la Inquisición se tratara?, ¿Qué se les juzgue antes de conocer su caso y sus motivos?. Incluso, ¿Qué se les llame malas madres?.
Pues no, no me parece nada justo, porque no son malas madres, ellas han hecho todo lo posible por dar el pecho, unas habrán luchado más que otras pero cada uno hace lo que puede y eso hay que comprenderlo y respetarlo. Esas madres seguramente se esfuerzan especialmente por ofrecer a sus hijos todo el amor que se mana desde sus pechos a través de sus besos, sus abrazos, su comprensión y su infinito amor. Esas madres seguramente serán igual o mejores madres que las que amamantan a sus hijos.
Pero igual que digo una cosa digo la otra, al igual que pienso que estas mamás serán, en su gran mayoría, unas madres excelentes, pienso que existen mujeres que no demuestran tanto serlo.
Hay mujeres que simplemente ni se plantean dar el pecho porque no les da la gana, así de sencillo.
Unas piensan y predican que la lactancia materna es una herramienta opresora del patriarcado y del hombre machista para llevar de vuelta a la mujer a la casa y a las tareas domésticas, y no lo digo por decir, esto lo he leído en varios sitios y me parece una grandísima estupidez pensar así. Primero, habrá hombres malos pero también mujeres malas, es igual de malo el machismo que el feminismo, una vez más los extremos no son buenos y las feministas radicales (feminazis) no hacen más que perjudicarnos al resto de mujeres y a nuestras libertades. Segundo, que a día de hoy las tareas del hogar son igualmente aceptadas por hombres que por mujeres en la mayoría de los casos.Y tercero, que un hijo y por supuesto darle el pecho no son herramientas de nada, en todo caso la lactancia lo es de dar alimento y amor a nuestros hijos.
Otras muchas ponen en tela de juicio los beneficios y las propiedades saludables y emocionales de amamantar a un hijo, apoyándose en argumentos que se caen por su propio peso. Se dedican a hundir la moral a esas madres que quieren amamantar de verdad, vendiéndoles la lactancia materna como la peor de las experiencias y como un gran sacrificio que no merece la pena.
También existen mujeres que simplemente no quieren dar el pecho por motivos de estética. Claro, si dan el pecho ya no los tendrán como antes, se estropearán…a esto no añado ningún comentario porque ya os podéis imaginar lo que pienso de esto.
Otras ven la lactancia como un enorme sacrificio que hace que cambies tu estilo de vida. Claro, si dan el pecho ya no podrán dejar a sus hijos con el vecino o la abuela para salir de marcha los fines de semana porque tiene que mamar a menudo, si dan el pecho no pueden beber alcohol, no deben fumar, si dan el pecho tienen que estar como auténticas esclavas de sus hijos de día y de noche….Me pregunto qué clase de idea tienen de la lactancia y de donde lo habrán podido sacar, Todo lo que sacan es negativo y yo, después de año y medio amamantando a mi hijo, no veo nada negativo por ningún sitio y si en algún momento existieron momentos complicados se superaron con éxito.
Estas madres si considero que no dan a sus bebés todo lo que podrían simplemente porque no les da la gana, cada uno que piense lo que quiera.
Evidentemente y reiterando así todo lo que os he contado al principio, la lactancia no lo es todo en la maternidad, dar el pecho es una parte más pero no un todo, esas madres que han tenido que abandonar la lactancia materna son igualmente buenas madres porque les dan a sus hijos lo mejor, los aman, los cuidan, los abrazan, los besan, los consuelan y los atienden siempre que lo necesitan.
Resumiendo y terminando, está claro que hay buenas madres y malas madres, como siempre y en todos los casos referidos a la maternidad, pero hay que saber distinguir muy bien esos casos y tener cuidado de poner “san benitos” a los demás, porque quizá no se los merezcan.
Que no hay que juzgar a nadie sin saber qué motivos le llevaron a ello.
Que esos juicios a veces sin fundamento consiguen un gran sentimiento de culpa en madres que no se lo merecen.
Que la maternidad no sólo se centra en la lactancia materna, la maternidad es muchísimo más y podemos dar infinitas cosas a nuestros hijos dejando a un lado la lactancia.
Que dar el pecho no garantiza que una mujer sea una buena madre si no se complementa con escuchar las necesidades de los hijos, los abrazos, el amor, los besos, el respeto y la comprensión.
y sobre todo, lo que ya he repetido en varias ocasiones en este post.La gran mayoría de madres que dan biberón son magníficas mamás.
Todas y cada una de ellas tienen mi más sincero apoyo y respeto.