Miles de potosinos celebran este 10 de mayo la dicha y alegría de tener aún a sus madres consigo. Entre regalos, flores, chocolates, serenatas y abrazos llenos de amor, el 10 de mayo es una de las fechas más celebradas en San Luis Potosí pero hay una realidad que no puede minimizarse, que enciende las alarmas y que, al mismo tiempo, es capaz de romper el corazón de propios y extraños por lo trágico y doloroso que resulta el simple hecho de imaginarlo; este 10 de mayo decenas de madres potosinas no recibirán ni el menor de los regalos porque sus hijos se encuentran desaparecidos.
Las estadísticas, aportadas por uno de los informes más recientes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, asegura que en el periodo de 2011 a 2016 sólo han desaparecido 61 personas cuyas edades oscilan entre los 16 y los 29 años. Algunos de estos casos han conmovido a todo el país por la búsqueda interminable, el martirio y la terrible agonía a la que se enfrentan los padres al no tener respuestas y verse imposibilitados para localizar a sus hijos; Zoé Zuleica es uno de los casos más impactantes y de los pocos que se mantiene vigente.
“Nos arrebataron a nuestros hijos. Vivos se los llevaron, vivos los queremos” ha sido el lema de batalla de familias enteras, sobre todo de madres, que viven diariamente la pena de no saber cómo se encuentran sus hijos, en dónde están, qué están haciendo y por qué no han vuelto a casa.
Este 10 de mayo, decenas de madres potosinas no celebrarán, seguirán esperando a que las investigaciones den resultado o a que sucede algo parecido a un milagro; que sus hijos regresen, que las abracen y en persona las feliciten. Ese será el mejor regalo del Día de las Madres.