La Alegría de ser Madre y poder vivir para contarlo
Estamos viviendo días señalados marcados por la evolución de la COVID19 en Etiopía que seguimos día tras día mientras nos vamos preparando para lo peor.
pero también días señalados porque hemos pasado recientemente
El Día de la Madre
El día Mundial del Lavado de Manos
El día de las matronas y enfermeras
Y hoy va este homenaje para ellas,
para las matronas y enfermeras, muchas de ellas también madres,
que salvan a otras madres cada día en Etiopía.
A Las heroínas invisibles
Aquellas que caminan kilómetros cada día para ir a buscar agua del pozo,
aquellas que luego lo cargan a lomos de sus espaldas
aquellas que Mientras en el vientre llevan una nueva vida
A las heroínas invisibles
Aquellas que caminan kilómetros con contracciones de parto
Para poder alcanzar dar a luz en el centro de salud y hospital
Porque saben que es más seguro
Porque su madre murió en el parto
A las heroínas invisibles
Aquellas que han sido madres apenas por unos segundos
Al ver como moría su bebé a los pocos segundos de vida
A todas ellas
Y por todas ellas
Y con ellas,
Y aprovecho esta bonita ocasión para comentaros los avances del programa materno-infantil en el hospital rural de Gambo y las comunidades rurales de la región
El programa materno-infantil
Un programa liderado por madres, y por futuras madres,
Por jóvenes matronas que son el alma del proyecto
Y una alegría
Los datos de la Alegría y la Esperanza
En el año 2019 hemos podido atender a más de 1100 partos
Hemos realizado más de 10.000 consultas del embarazo
Y en este 2020 queremos seguir adelante
Porque en tiempos de Coronvarius
La esperanza es lo último que se pierde, y cada día están naciendo en Gambo más de 5 niñas y niños
Porque en tiempos de Coronavirus
Debemos seguir haciendo lo que mejor sabes hacer,
Trabajar con pasión, amor y profesionalidad
Para seguir salvando vidas cada día
Y que las madres puedan ser madres y vivir para contarlo
Felicidades!
Pero sabemos que los datos no son lo más importante, sino las historias que se esconden detrás de cada dato,
Por ello,
Estas son algunas de las historias que hemos vivido:
Historias con Nombre Propio: El parto no es una enfermedad, pero mata más que la mayoría de ellasEn el sur de Etiopía, dar a luz es jugarse la vida, nacer es un reto y sobrevivir un desafío
Acaba de nacer, con apenas una hora de vida, todavía no tiene nombre, pero ya sufre la huella de ser huérfana. Amina, su madre, ha muerto por una hemorragia posparto, una de las principales causas de muerte materna. Una causa evitable. En el hospital de Gambo, al sur de Etiopía, dar a luz es jugarse la vida, nacer es un reto y sobrevivir un desafío.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más del 99% de las muertes maternas en el mundo son evitables con los recursos y conocimientos disponibles. Más del 99% de las madres que mueren lo hacen en los mal llamados países en vías de desarrollo, más de la mitad en África subsahariana. En Etiopía, por cada 100.000 niños nacidos vivos, mueren 216 mujeres, estima el Banco Mundial. Cada día son más de 800 las que se dejan la vida durante el alumbramiento.
El embarazo es fisiológico. No es ninguna enfermedad. Sin embargo, mata. Si más del 99% de las muertes de madres, jóvenes en su gran mayoría, es evitable y prevenible, y no lo hacemos, somos cómplices.
"Estoy estudiando Medicina porque quiero salvar vidas y mejorar la salud de mi país. No quiero que ninguna mujer tenga que morir por dar vida". Es la voz de Meseret, una joven de mirada radiante y despierta. Una joven promesa. Pero no está sola. Junto a ella más de 40 miradas que se reafirman. Jóvenes, inteligentes, con iniciativa, voluntad, coraje, valentía, dispuestas a salvar vidas. En estas aulas de la facultad de Medicina de Adís Abeba está el futuro.
No quiero seguir con el discurso de la Etiopía miserable. Es cierto que faltan recursos, pero no es menos cierto que Etiopía está apostando por la educación y la sanidad cómo lo muestra la apertura en los últimos años de cientos de hospitales y universidades por todo el país. Quiero hablar de la Etiopía que viene pisando fuerte, la de Meseret y cientos de mujeres.
De sobrevivir al parto a vivirloEn la Etiopía rural, las embarazadas rezan para no morir en el momento de dar a luz
Talile va a dar a luz, pero no sonríe. "¡No quiero morir!" "Por favor, Dios... ¡que mi bebé nazca vivo!", grita al viento con todas sus fuerzas mientras empuja y empuja con el apoyo de la comadrona en la sala de parto del Hospital General Rural de Gambo, en Etiopía.
Su respiración es agitada. Su mente no puede evitar revivir las imágenes de su madre, a quien nunca conoció, quien murió precisamente en el mismo momento en el que ella nació.
Aparece la cabeza. La comadrona le acaricia, mientras protege el perineo de la madre para evitar el desgarro. "¡Empuja! ¡Empuja!"
Con la siguiente contracción asoma la cabeza, que se desliza por el canal del parto. Con una hábil maniobra la comadrona rota el hombro y lo libera, apareciendo a continuación el resto del cuerpo. Toma entre sus dos manos el cuerpo, cálido, y lo coloca inmediatamente encima del vientre de la madre. Piel con piel.
Más del 99% de las muertes maternas y perinatales tienen lugar en países con escasos recursos económicos
Al instante, el llanto de la nueva vida inunda la habitación. Talile, ahora sí, sonríe y puede respirar aliviada: acaba de vencer a la muerte, la suya y la de su hija recién nacida.
El bebé todavía no tiene nombre. Su madre empezará a pensarlo ahora, ya que antes tenía demasiado miedo de que su hija naciese muerta o bien moriría en los primeros segundos de vida.
Un parto es uno de los hechos más cotidianos de la humanidad. Y la muerte de una madre en ese contexto es evitable en el 99% de los casos: se trata de una injusticia social. En países con elevados recursos económicos, se ha conseguido convertir el dar a luz en un acto seguro y con un riesgo mínimo de mortalidad materna y neonatal.
Sin embargo, en las zonas rurales de Etiopía, cada madre se juega la vida en el parto. Más del 99% de las muertes maternas y perinatales tienen lugar en países con escasos recursos económicos, donde dar a luz sigue siendo un riesgo vital para la madre y nacer es un reto, primero sobreviven y tan solo algunos llegan algún día a vivir.
Llevo trabajando más de tres años en zonas rurales de Etiopía. Durante este tiempo, he visto morir demasiadas madres en el parto y he visto nacer demasiados niños muertos. No puedo permanecer indiferente, así que me he propuesto un reto junto con mi equipo: que no muera ninguna madre al dar a luz por causas evitables.
Creemos que las mejores defensoras de sus derechos son las propias mujeres, por ello son las protagonistas del Programa de Salud Materno Infantil que realizamos en la comunidad rural de Gambo, en la región de la Oromía. En el marco de esta iniciativa, liderada por el Hospital de Gambo en coordinación con el gobierno regional, hemos creado una red de mujeres agentes de salud en cada comunidad para promover la educación y el control del embarazo; organizamos reuniones multidisciplinares con matronas, enfermeras, parteras tradicionales, curanderos y también líderes religiosos y espirituales; grupos madre a madre y representaciones mediante teatro y canciones. Actuamos también en la formación de comadronas en los centros rurales.
Videos sobre el Hospital de GamboEl Hospital de Gambo
La Unidad Nutricional del Hospital de Gambo
Comunidad de Gambo:
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Canción Pau Donés:
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