Después de la publicación del libro de Amy Chua " Madre Tigre, hijos leones" estoy convencida que has oído recientemente el término madre tigre en referencia a un estilo educativo altamente restrictivo, estricto y orientado al éxito escolar y profesional. De todas formas si hoy es la primera vez que lees algo sobre las madres tigre, no te preocupes, intentaré explicarte qué son las madres tigre, de dónde ha surgido el término y qué es lo que pretenden con su forma de educar y criar.
Amy Chua, autora del libro de donde surge el término de madres tigre, es hija de inmigrantes chinos y nacida en Estados Unidos. Profesora de derecho en la Universidad de Yale fue criada por sus padres bajo las mismas estrictas normas que ella replicó con sus hijas y que expone en el citado libro.
El estilo educativo de las madres tigre no es nuevo, lo nuevo es la terminología, según la autora éste es el estilo tradicional chino. Un estilo de crianza muy alejado del nuestro y por tanto difícil de entender. Las madres tigre son madres altamente exigentes con sus hijos, con elevadas expectativas, no aceptan notas por debajo del excelente y basan la educación de sus hijos en conseguir la perfección. Prohibido jugar, ver la televisión o ir a casa de los amigos a dormir.
El objetivo es lograr la perfección cueste lo que cueste, no valen excusas. Las notas por debajo del excelente no son bienvenidas, no hay tiempo para los juegos, los amigos ni la televisión. Los niños y niñas deben practicar matemáticas a diario y tocar el piano o el violín, nada de quejarse, nada de lamentos, lloros o protestas. Lo importante es aprender y ser el mejor. Lo importante es el éxito académico y el posterior triunfo profesional por encima del apego, cariño o comprensión que brindamos generalmente los padres occidentales, quizás también en exceso.
Las madres tigre utilizan la disciplina extrema, la coerción y el autoritarismo como método educativo.Exigen obediencia y respeto a cambio de lo cual ellas exprimirán el talento de sus hijos hasta convertirles en virtuosos, en personas de éxito que aprecian el valor del esfuerzo y la importancia de la constancia en el trabajo.
El estilo educativo de las madres tigre difiere totalmente al estilo educativo que desde occidente se intenta infundir. Padres más pendientes de la autoestima de nuestros hijos, padres implicados en la educación pero transigentes, comprensivos y empáticos. Padres democráticos evitando el autoritarísmo y el aquí ordeno y mando. Aunque también es cierto que este estilo educativo más pendiente de la autoestima de nuestros hijos mal entendido y llevado al extremo nos vuelve sobreprotectoras y excesivamente indulgentes con los comportamientos de nuestros hijos. Los envolvemos entre algodones y creamos niños dependientes, faltos de iniciativa, apáticos, niños que al madurar se convierten en jóvenes ni ni que ni hacen ni deshacen.
La polémica está servida.