En La Gran Vía los aficionados a las carteleras se mezclan con los modernos urbanitas que buscan tan sólo la sensación que les produce dejarse llevar por la calle más exótica de la ciudad y provocar perderse por alguna de sus bocacalles.
La plaza Mayor aguarda secretos y adoquines descolocados que no desmerecen porque el lujoso granate de los muros festeja su color. Alrededor los ociosos consumen tapas, los jóvenes juegan a seducir en esas kilométricas alfombras de césped encajadas entre voluminosos edificios que invitan a soñar despierto mirando a las alturas del piso 33.Cafeterías de terciopelo, gente de paso, patria de históricos, escenario de ilusiones, barrio cosmopolita, movimiento que no cesa, ciudad eterna, así es Madrid._________________________________________________________________Para los que se vayan a convertir en madrileños:Un libro: La Gran Vía es New York (Raúl Guerra Garrido)Un rincón con encanto: Café del Real, Plaza de ÓperaUna zona verde: Parque del CaprichoUna vista urbana: Azotea del Círculo de Bellas ArtesEtc...