Se le tiene miedo al poderoso lobby homosexual. Solamente otro homosexual muy irritado puede romper el silencio que lo envuelve.
Porque los heterosexuales han ocultado prudentemente que son “gaympresarios” los posibles responsables del aplastamiento y muerte, la última este jueves, de cinco chicas por doblar el aforo permitido en el Madrid Arena en la pasada fiesta del Halloween.
“Gaympresarios” es un término creado por Shangay Lili, un editor, comediante y escritor gay colérico y bien conocido por su activismo agresivo en Chueca, Madrid, el barrio europeo con mayor presencia y libertad para los homosexuales.
La organizadora de la fiesta de música electrónica de la tragedia, DivierTT, forma parte de un grupo de casi una veintena de empresas de ocio, entre ellas Orgullo Gay, de Miguel Ángel Flores, aparentemente protegido por el vicealcalde Miguel Ángel Villanueva, cuya gestión defiende la alcaldesa y y muy ferviente católica, Ana Botella.
Shangay Lili denuncia que “pocos medios se han atrevido a investigar la extraña y oscura relación del Ayuntamiento de Madrid con un entramado de empresarios gays (…) que llevan años saltándose la legalidad, la comunidad a la que dicen representar y la decencia a la torera”.
“No es difícil saber de la íntima amistad que une al vicealcalde con destacados próceres de esa oligayrquia que se está forrando gracias a la marca “gay” (y que) recala en Chueca para hacer un botellón en el Orgullo Gay, que en otros casos persigue y a sus amigos permite”.
Abandonado por sus exsocios en negocios como el Orgullo Gay, el despechado escrito de Shangay Lily en Publico.es hace deducir que Botella se inclina ante el lobby homosexual al defender a su vicealcalde y proteger los actos de Chueca para que no hundan su carrera política declarándola homofóba y fanática seguidora del cardenal Rouco.
--------
SALAS