Madrid celebra el Día del Frutero con Val Venosta

Si hay algo para lo que soy increíblemente maniática en este vida, es para la fruta que como. Me gustan muchas frutas, la mayoría, diría yo (menos los plátanos, las fresquillas y los albaricoques) pero reconozco que no me como cualquier pieza. Casi nunca elijo fruta en el comedor del trabajo, a no ser que sea algo infalible, como unas mandarinas o un kiwi. Jamás cojo una manzana o una pera pese a que me chiflan. Porque me gustan más bien duras y si están maduras, me dan ascazo. No soporto la textura. Y así con todo. Manías mías.

Por eso para mi es tan importante una buena frutería. Cada vez que me he mudado, mi mayor peregrinaje por los barrios en los que he vivido ha sido en busca de un despacho de fruta y verdura en condiciones, de esos que huelen a fresas, a manzanas, a puerros (que también venden verduras). Esos donde el frutero te da el aguacate en el punto justo de maduración, para que sepan a algo rico. El mío siempre me pregunta cuándo me lo voy a comer y en función de mi respuesta, elige uno. Acierto seguro.

Por eso, me ha hecho gracia que las manzanas Val Venosta hayan contado conmigo para que os enseñe cómo han homenajeado a los fruteros de los mercados de Madrid. Me encantan los mercados, ya lo sabéis. La marca reconoce con sus premios Golden Gold a las mejores fruterías de España pero este año, han querido hacer algo más: una fiesta sorpresa.
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El pasado 5 de febrero, fiesta de Santa Dorotea (patrona de los fruteros, que aquí todos tenemos santo), unos mimos vestidos de negro aparecieron en el Mercado de la Paz de Madrid. Mientras iban haciendo ejercicios de calentamiento de voz, se fueron acercando a las fruterías y juntando a dueños y dependientes en la plaza central del mercado. Mientras ellos se colocaban como un coro, de entre el público, apareció la cantante Ruth Lorenzo, ganadora de la última edición de Tu Cara Me Suena.

Juntos, mimos y Lorenzo, cantaron una versión de la canción La Tarara, homenaje a quienes trabajan duro para que cada día para que nuestra despensa sólo tenga la mejor fruta. Hubo alegría, emoción e incluso alguna lagrimilla entre los asistentes. Una felicitación que culminó con espectadores, compradores, vendedores y cantantes entonando “porque es un frutero exigente, porque es un frutero exigente…” Una mañana habitual que se convirtió, gracias al homenaje de las manzanas Val Venosta, en el Día de los Fruteros.

¿Y tú? ¿Comes tus cinco raciones de fruta y verdura al día?

*Post patrocinado