Revista Comunicación
Madrid, interior -imágenes confinadas
Publicado el 13 mayo 2020 por Jorge Bertran Garcia @JorgeABertran
¿Es demasiado pronto para hacer una película sobre lo que estamos viviendo? La respuesta varía seguramente según cada vez espectador, pero Juan Cavestany -Gente en sitios (2013) y la serie Vergüenza- ha sentido la necesidad de registrar, clasificar, ordenar concienzudamente y de darle sentido a las imágenes que sus amigos y colaboradores están grabando, cada uno, desde sus casas. El documental se titula Madrid, Interior, como el encabezado de una escena de un guión cinematográfico, una premisa que se volvió una imposición durante el Estado de Alarma. Cavestany busca atajar la realidad en su momento, recreando situaciones que se están produciendo realmente, insertando ideas de pequeños sketches de humor absurdo, en un collage de los vídeos que le han enviado José Coronado, Coque Malla, Pepón Nieto, Natalie Seseña, Antonio de la Torre, Malena Alterio, Miguel Rellán y un larguísimo etc. El resultado es algo parecido a Gente en un mismo sitio. Un documento que, con los diálogos mínimos -estamos solos- y pocas acciones -en casa no hay mucho qué hacer y leer un libro no resulta demasiado dinámico en pantalla- Cavestany va tejiendo un certero reflejo de las emociones que hemos ido sintiendo durante la cuarentena. Encima, en orden casi cronológico. Cavestany demuestra su sensibilidad para registrar todas las etapas de lo vivido dentro de las casas: el miedo al contagio, el aburrimiento, el no poder dormir, las llamadas telefónicas y las videoconferencias, ese quedarse mirando la biblioteca propia, ver películas, sacar al perro, ver las noticias, aplaudir a los sanitarios, atreverse a hacer una tortilla, masturbarse, tocar música, agobiarse, comer de más y obsesionarse con el orden y el racionamiento. Creo que Cavestany es inteligente acercándose más al documental que a la ficción, evitando racionalizar y buscando la emoción, alejándose de los diálogos y las conversaciones, porque todos estamos cansados de tertulias, de opiniones y de críticas nacidas del miedo que, comprensiblemente, tenemos todos. Para alguno, el presente no será el mejor momento para ver Madrid, Interior, porque refleja demasiado bien lo que estamos viviendo, pero en 5 o 10 años, será un documento importante, un álbum de fotos de un período de nuestras vidas que espero lleguemos a olvidar.