Antes de todo, tengo que presentarme, porque sí, tengo el mismo nombre de siempre, pero era una persona por entonces, me llamo David, como siempre, pero ese chico era una persona diferente la de ahora, empecemos por el aspecto, entonces lucía una ridícula perilla, y me peinaba haciéndome una cresta muy molona, eso sí, engominado, era mucho, pero mucho más flaquito, y vestía como si en la lavadora de mi casa hubieran mezclado ropa de un rapero y a un heavy y yo hubiera cogido al azar prendas de ambos y me la hubiera puesto, vamos, lo que vulgarmente se llama un chandalmetalero, ese era yo, con mis zapatillas anchas y pulseras de pinchos en la muñeca.
Ahora seguimos por la parte interior, esa también era muy diferente a ahora, estaba obsesionado con Nietszche y con Poe, bueno, con Poe aún sigo un poco, y jugaba al fútbol mucho, hasta que mi rodilla dijo basta, mi vida era la música, la marcha y el fútbol, empecé a tocar el bajo, y tenía interés por las mujeres pero nada fuera de lo normal, era muy inocente, un joven virgen que solo quería pasarlo bien con sus amigos pero no le prestaba mucha atención a eso que llamamos amor, hasta que un día se enamoró, era una chica de piel pálida y la primera vez que la vi, llevaba un vestido algo gótico, nos pasamos la noche hablando mientras su novio por entonces no entendía que estábamos enamorándonos, que hay, en ese momento estaba pasando algo, algo grande, él no se enteraba, pero yo sí, y cuando se fue me dije, Yo quiero ser el novio de esa chica, y lo conseguí, tardé, pero a base de consistencia y detalles, lo conseguí.
Poco a poco iréis reconociendo al David que todos conocéis, porque me voy a saltar la parte cursi y bonita de la relación, en la que mi cabeza no podía imaginar un futuro sin ella, en la que lo era todo, éramos uno, realmente, ahora que lo pienso, es deprimente, porque es la última chica por la que he sentido que podía pasar, que fuera LA CHICA, y la última chica que me ha hecho realmente feliz, y como os digo, eso le paso a otro David, yo aún sigo sin saber qué es eso. Pero nos saltamos todas las cosas bonitas y realmente alucinantes que hicimos el uno por el otro, y vamos a lo que originó que acabáramos su padre y yo meando lado a lado en el aeropuerto de Madrid, dirección a Londres.
Y para eso nos vamos a la tarde/noche de aquel noviembre que siempre digo que sigue en mis ojos, el día que mi inocencia se rompió para siempre, en aquel, mi cuarto, un cuarto lleno de fotos de los dos, fotos arrugadas por mis manos y lanzadas a la cara de ella al oír las palabras que jodieron su visión del mundo, los cimientos se agrietaron para siempre, y desde entonces cada vez que alguien entra en mí, me tambaleo y no puedo mantener el equilibrio, y la cosa acaba mal, había sido engañado por la única persona que había amado y confiado en aún poca vida cumplida, y algo en mi cabeza se había desestabilizado, era como si de repente me dijeran que todo era una broma y que yo era como el protagonista de El show de Truman, todo era mentira amigos. Todo.
Vamos a saltarnos también todos esos meses de auto destrucción para otro capítulo, en esos meses se fue forjando el David que conocéis ahora, pero aún creía, había algo en mí que aún creía que eso no se había acabado, y nueve meses después como si de un parto se tratará, la vi de nuevo, en un concierto de Skunk D.F. mi grupo favorito y cuando sonaba nuestra canción Himen nos miramos y nos besamos, y aunque ya nada era igual de inocente, los abrazos ya no eran eternos ni nos apretábamos como si un viento huracanado nos fuera a llevar, seguía siendo lo mejor que me había pasado en la vida, y me tenía que aferrar a eso o acabaría jodido, vamos, como ahora, pero entonces no lo sabía, y volví a luchar por ella y por ese sentimiento que me llevara de nuevo a ese David, solo que ya llevaba barba por entonces.
*Dato curioso: la barba me la deje porque me estaba afeitando justo después de que me dejara y reventé la cuchilla al lavarla de la rabia que tenía dentro y me dije “Pues ale, me dejo barba”
Y vamos al momento en el que su padre y yo estamos lado a lado sosteniéndonos los miembros en el aeropuerto de Madrid mientras su hija y yo vamos a volar a Londres. Esa fue mi solución, empezar de cero en otro lado, dejarlo todo, dejé mi trabajo, y ella aplazó su carrera y los dos nos iríamos con la mochila puesta a empezar de nuevo a otro país, era la única solución, el tenernos de nuevo solo a los dos, y pensaréis, que romántico ¿Verdad? No, eran celos, solo quería alejarla de la persona con la que me había engañado y de la persona con la que había estado durante nuestra separación, así es, estaba jodido, ya no confiaba en ella, y mi idea era que si los dos estábamos solos en otro país, no me volvería a pasar, que romántico soy ¿Eh? Y que ingenuo, porque si me pasó, venga en serio, tenéis que entender que el otro David no haya vuelto más, pero eso para otro capítulo.
En este estoy en el baño con su padre que cuando nos estamos lavando las manos, cosa que os advierto que no mucha gente hace, su padre me mira, y me dice:
-No vuelvas a hacerle daño, lo pasó muy mal con vuestra ruptura.
-(En mi mente) Y yo joder, me engañaron a mí.
-Si vuelves a hacerle daño te las verás conmigo.
-(En mi mente) Ella me puso los cuernos a mí, que coño le habrá contado.
-Yo no apruebo esto, pero bueno, si es lo que mi hija quiere le apoyo, pero no la jodáis esta vez, por favor.
-Por supuesto que no, quiero a su hija, no quiero que esto se joda jamás.
Me caía bien su padre, siempre me trató bien, por eso no quise contestarle, simplemente le dije lo que los dos queríamos oír, que todo iba a salir bien.
El aviso de embarque suena, Madrid-Londres, allá vamos, se va un David, vuelve otro, pero eso mejor, os lo cuento en otra historia.
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